El veto ruso, que cumple ya casi cuatro años, ha causado mucho malestar entre los productores europeos de los alimentos de la lista negra, que incluye frutas y verduras, pescados, lácteos y carne, y ya el mandatario no esconde que es también porque Rusia no puede competir con las exportaciones occidentales.
El Gobierno ruso prolongó en julio pasado el embargo a los productos alimentarios occidentales hasta finales de 2018 en respuesta a las sanciones adoptadas en su momento contra Moscú por su injerencia en Ucrania.
Vladímir Putin, en este sentido, ha admitido que el embargo es, en realidad, una medida proteccionista encaminada a proteger el mercado agroalimentario ruso, incapaz de competir con las exportaciones occidentales.
la UE prepara una demanda ante la OMC para exigir a RUSIA 1.400 millones de euros por las pérdidas en sector porcino
Con respecto a la carne de cerdo, la última novedad es que Rusia ha asegurado que ha levantado el veto a las importaciones de cerdos vivos, carne porcina y otros productos derivados desde la Unión Europea (UE) y que éste fue motivado por una epidemia de peste porcina. En cualquier caso y a pesar de ello, mantiene la prohibición en el marco del embargo alimentario en respuesta a las sanciones europeas por Ucrania.
El influyente periódico estadounidense Politico reveló estos días que la UE prepara una demanda contra Rusia ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) para exigir una compensación de 1.400 millones de euros por las pérdidas ocasionadas por el veto ruso a las importaciones de cerdo.
La OMC resolvió en febrero del año pasado que, de acuerdo con las reglas de comercio internacional, la decisión adoptada por Rusia en 2014 de prohibir la importación de cerdos vivos y productos derivados de este animal es ilegal e incumple, en concreto, los acuerdos sobre medidas sanitarias y fitosanitarias.
El veto sanitario -introducido por Moscú en enero de 2014, a raíz de una epidemia de peste porcina africana en zonas de la UE cercanas a la frontera con Bielorusia- fue levantado oficialmente hace un mes, pero la prohibición a las importaciones sigue vigente en el marco del embargo alimentario.
De esta forma, Moscú entiende que ha cumplido con la exigencia de la OMC y que por tanto la compensación exigida por Bruselas no está fundamentada, tal y como se hace eco Efeagro: «No está claro en base a qué se presenta esta demanda. Nosotros consideramos que la legislación rusa se ha adaptado a las decisiones del arbitraje» de la OMC, ha dicho Interfax Maxim Medvédkov, director para las negociaciones comerciales del Ministerio de Economía ruso.