Los vírgenes caen un 2,13%, hasta 2,71 euros/kg; los lampantes, un 3,55% hasta 2,55 euros/kg y los aceites de calidad inferior se desploman incluso un 12,24%, hasta 1,76 euros/kg, lo que supone un jarro de agua fría para los olivareros que no entienden cómo los esperados repuntes, ante la caída de la producción oleícola, no llegan al mercado y que ven agravarse su sangría económica.
Por su parte, del 14 al 20 de marzo, se han negociado en el Mercado de Futuros unos 7.000 contratos con precios de entre 2.420 y 2.790 euros por tonelada, con ligeras variaciones respecto a la semana anterior cuando iban desde los 2.410 a los 2.850 euros.
El Ministerio de Agricultura recoge en su último informe de coyuntura (del 11 al 17 de marzo) una ligera subida del aceite de oliva virgen (+0,30 %), que llega al 2,61% en el caso del refinado de girasol, frente al descenso del lampante (-1,69%).
Por mercados de referencia, destacaron los repuntes del virgen extra en Jaén (8,73 euros/100 kg más) y Málaga (3,70 euros más) frente a la caída en 4,33 euros en Granada.
Fuertes caídas también (entre 5 y 6 euros/100 kg) de los lampantes en Córdoba, Granada y Jaén, mientras que se producen pocas variaciones en los aceites de orujo de oliva, según el Ministerio.
En otros países productores y exportadores de aceite no se han producido grandes cambios en la semana del 11 al 17 de marzo.
En Italia se repiten los mismos valores de la semana anterior: 3,08 euros/kg para el extra virgen; 2,33 euros para los lampantes y 2,57 euros para los vírgenes, según la información de Ismea.
Calma también en Grecia, que consolida los valores de entre 2,64-2,72 euros/kg para los vírgenes extra; 1,83-2 euros para los lampantes y 1,98 euros en el caso de los vírgenes.
Situación similar que en Túnez, con cotizaciones de entre 2,39 (lampantes) y 2,78 euros/kg (biológicos) en la última semana.
De vuelta a España, los agricultores denuncian pérdidas millonarias tras la caída del 60% de la producción de aceite de oliva este año que no ven compensada con la subida de precios.
Por ello, han solicitado esta semana tras reunirse con el ministro Arias Cañete un plan de choque del Gobierno para el olivar, incluidas ayudas fiscales y financieras, que implican medidas de los Ministerios de Agricultura, Hacienda, Industria y Trabajo.
Entre esas demandas del olivar, que analizarán al detalle con el Ministerio en una reunión prevista para el lunes, figuran préstamos a bajo interés, aplazamientos en las amortizaciones de algunos créditos que cumplen este año -como los de incorporación de jóvenes y modernización-, reducciones en las cuotas a Hacienda y a la Seguridad Social y rebajas en la factura energética para el regadío.
En cuanto a otro sector fundamental para la economía de las poblaciones olivareras, las aceitunas de mesa siguen su buen ritmo exportador (crecieron un 15,8% en 2012, hasta los 630,6 millones de euros), pero crece la preocupación por la reducción de márgenes comerciales y cuotas de mercados entre las empresas de Asemesa.
Como datos para la esperanza, quedan mercados para seguir creciendo como Brasil, que multiplicó por seis sus importaciones o Argelia, que lo hizo por 16, aunque habrá que ver si son datos de tendencia o meramente coyunturales.