"¿Un chips? No. Esa no es la solución. Yo rechazo absolutamente si hay algún funcionario del tipo que sea" que haya puesto en marcha una iniciativa en ese sentido, añadió Maduro en alusión al gobernador del estado Zulia, Francisco Arias Cárdenas, dirigente regional del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) que él lidera.

    "Ya lo he hablado con el gobernador y está de acuerdo con este criterio: es una locura de quien se le ocurrió la idea de poner un chip de consumo; es una locura", dijo y reiteró: "Ese no es la solución del Gobierno socialista y revolucionario que yo presido".

    "Ese no es el pensamiento económico nuestro y que le quede claro a todo el mundo: lo rechazo absolutamente y si alguien lo está aplicando que lo deje de aplicar inmediatamente", insistió.

La iniciativa partió de un organismo oficial


    La instalación del chip en las cajas de los supermercados fue informada por el secretario de Gobierno de Zulia, Blagdimir Labrador, al confirmar a la prensa de Maracaibo que próximamente se decidiría "la periodicidad y la cantidad" máxima de productos que podrían ser vendidos a cada persona con ese sistema.

    Un día después, el presidente de la Asociación Zuliana de Supermercados y Afines (Azusa), Andrés de Cándido, confirmó a Efe la iniciativa y reveló que el racionamiento iba a ser puesto en marcha de manera experimental a partir del próximo lunes.

    El titular del gremio empresarial añadió que la venta racionada fue presentada por la Gobernación de Zulia como una medida para combatir el contrabando, para lo cual el chip permitía identificar plenamente al comprador e impedirle repetir compras en los supermercados durante un mismo día o una misma semana.

    En una primera reacción a la iniciativa del Gobierno de Arias Cárdenas, su antecesor y opositor Pablo Pérez dijo a los periodistas que se trataba de "una prueba piloto de la libreta de racionamiento" de Cuba, que vaticinó se extenderá luego a todo el país.

    "No les extrañe que nos estén aplicando el ‘plan comunismo alimentario digital’ o el ‘plan comunismo alimentario 2.0’", señaló.

    Arias insistió tras ello que no se trataba de un racionamiento sino de un "mecanismo de control" y de lucha al contrabando y al desabastecimiento lo cual, remarcó, estaba "poniendo a pelear a las esposas nuestras".

    La falta de productos de diverso tipo es crónica en Venezuela, donde el Banco Central maneja un "índice de escasez", pero en las últimas semanas se hizo más aguda en sectores como el alimentario o en el de productos de aseo.

    El Gobierno responsabiliza a la especulación y al carácter improductivo de una economía anclada al petróleo, en tanto que los empresarios responsabilizan al sistema de control estatal de cambios que limita al acceso a las divisas y a una adicional fijación estatal de precios de algunos productos de consumo masivo.

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