Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, en relación al paquete de medidas de apoyo al sector vitivinícola europeo conocidas recientemente, considera que han faltado incluir algunas propuestas necesarias para el sector que ayuden a impulsarlo desde dentro, como un plan de arranque subvencionado con criterios sociales.
Unión de Uniones valora positivamente las medidas ya aprobadas por la Comisión Europea para hacer frente a la caída continuada de la demanda en el consumo de vino así como las tensiones geopolíticas y arancelarias y de cambio climático que afecta a este cultivo, pero cree que se han dejado otras tantas en el tintero que son importantes.
La propuesta de Reglamento comunitario modifica legislación básica para el sector en dos de los ámbitos que más inciden en el mismo. En lo referido al potencial productivo, los Estados miembros tendrán la posibilidad de limitar, incluso reducirlas a cero, la concesión de autorizaciones de nuevas plantaciones a nivel regional en áreas específicas con exceso de oferta cuando se hayan puesto en marcha medidas nacionales o comunitarias para reducir la producción (destilación, vendimia en verde, arranque). Igualmente, se dota al sector de una mayor flexibilidad en el régimen de autorizaciones de replantación que pasa de los 3 años a ser válidas por un período de 8 años a partir de su concesión dotando de mayor margen de maniobra a la hora de decidir variedades más adaptadas a la demanda del mercado o a las condiciones climáticas cambiantes.
Además, los viticultores con autorizaciones de nuevas plantaciones (y las resultantes de la conversión de derechos de plantación) concedidas antes del 1 de enero de 2025 que deseen renunciar a las mismas, no sufrirán penalizaciones administrativas.
La propuesta incrementa la cifra total de ayuda nacional que un Estado miembro podrá conceder cada año para destilación o cosecha en verde (medidas de crisis) hasta el 20% de la asignación recibida de la UE en el marco de la intervención sectorial vitivinícola.
EL ARRANQUE SOCIAL, CON UNA FINANCIACIÓN SIN CRITERIO DEFINIDO
Unión de Uniones considera que la discrecionalidad respecto de la financiación del arranque subvencionado con criterios sociales, ya que está mal concebida. «Seguimos pensando que la ficha financiera de la ISV debe aplicarse en beneficio de los viticultores que permanecen en el sector, promoviendo una salida digna para aquellos que desean abandonarlo. La propuesta de la Comisión no sostiene con recursos suficientes esta idea fuerza que a nosotros nos parece básica», comentan.
Asimismo, la Comisión no ha tenido en cuenta modificaciones de índole diversa: la necesidad de promoción en el mercado comunitario, la apertura de la medida de inversiones al sector productor con el fin de atender a la aplicación de los eco-regímenes de la actual PAC y la posibilidad de que la medida de destilación de subproductos se amplíe a otros agentes del sector como las bodegas permitiendo proyectos de economía circular que, si bien se apuntan en el nuevo articulado, no se desarrollan con suficiente impulso.
En este sentido, entre las medidas de la Intervención Sectorial Vitivinícola (ISV) que se pretenden adaptar, destaca el mayor apoyo al sector para que los EEMM puedan incrementar la ayuda financiera de la UE hasta el 80% de los costes de inversión subvencionables para las inversiones destinadas a la mitigación del cambio climático y la adaptación al mismo. En este ámbito, la duración de las campañas de promoción en terceros países se ampliará de tres a cinco años para garantizar una mejor promoción de los vinos europeos.
Diversos cambios en los vinos desalcoholizados, comercialización y etiquetado, pretenden contribuir al desarrollo de estrategias más ligadas al mercado y al derecho de información de los consumidores. Unión de Uniones estima conveniente la posibilidad de que las cooperativas y organizaciones de productores puedan acceder a las ayudas para inversiones, así como la potenciación de estrategias enoturísticas que contribuyan a la apertura y consolidación de nuevos consumidores.