Investigadores de la Universidad de Granada, el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de la Producción Ecológica (IFAPA) y el Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC han certificado la técnica del aclareo forestal como alternativa eficaz en la recuperación y mantenimiento de ecosistemas forestales con clima extremo. Este método consiste en reducir el número de árboles de una zona, para que los que persisten cuenten con más recursos.
La validación de esta técnica se ha realizado con un método novedoso que utiliza medidas de alta resolución en la variación del diámetro del tronco de los árboles y que contribuye a una comprensión de las relaciones a corto plazo entre los cambios climáticos y el crecimiento del tallo. Hasta el momento, la técnica utilizada era la medición del ancho del anillo del árbol, que no puede concretar las modificaciones del crecimiento en una escala de tiempo corta.
El aclareo forestal consiste en la disminución de la densidad de árboles por hectárea con el fin de que la competencia por los recursos disponibles se reduzca y mejorar el crecimiento de los restantes para que sean menos vulnerables al estrés hídrico. Así los investigadores proponen esta técnica en el artículo ‘Using stem diameter variations to detect and quantify growth and relationships with climatic variables on a gradient of thinned Aleppo pines’ publicado en la revista Forest Ecology and Management como una alternativa viable en la lucha contra el cambio climático de algunas zonas mediterráneas, demostrando que el crecimiento de los bosques mejora en un espacio donde la rivalidad entre los individuos es menor.
Los expertos han analizado la evolución de los árboles en el tiempo. «Hemos monitorizado las contracciones y dilataciones diarias de los troncos durante tres años comprobando que mediante esta técnica se adelanta el comienzo del crecimiento en primavera y se alarga la actividad hasta entrado el otoño, prolongando el periodo de desarrollo de los árboles», indica a la Fundación Descubre el investigador del IFAPA Francisco Bruno Navarro Reyes, coautor del artículo.
Menos pinos para crecer mejor
La finca experimental donde se han desarrollado las observaciones, Cortijos del Conejo, Albarrán y Cortijo Becerra de Guadix en Granada, pertenece a la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible y recientemente ha sido declarada como área de referencia en investigación sobre gestión del medio natural en el sureste ibérico. Cuenta con registros de hace más de veinte años sobre las variables climáticas de la zona. Atendiendo a aspectos como la humedad y temperatura del aire, radiación o déficit de presión de vapor, los expertos han determinado cómo puede afectar la gestión de estos espacios a la respuesta directa que existe entre los árboles y el clima.
En dieciséis parcelas de veinte por veinte metros, los investigadores partían de unos 1500 individuos de pino carrasco por hectárea plantados en el año 1995, una de las especies más frecuentes en la zona mediterránea. Diez años después, procedieron al aclareo, reduciendo la densidad original hasta los 800, 400 y 250 pies por hectárea, respectivamente.
Las mediciones se realizaron a través de dendrometría digital, que determina con precisión las variaciones del tronco y ofrece información exacta sobre el crecimiento secundario de los árboles en relación con las variables climáticas y el estrés hídrico. Con esta tecnología, los expertos lograron determinar los efectos en el crecimiento acumulado diario, mensual, anual y total de manera más precisa que con otros métodos utilizados con anterioridad, como dendrómetros de banda o análisis de anillos.
Además, a través de procesos matemáticos y estadísticos, los investigadores han podido comprobar cómo se producen las relaciones entre los individuos y el entorno como adaptación al cambio de densidad. De esta manera, confirman que con una menor competencia el desarrollo y crecimiento es más largo y efectivo, ya que en los tratamientos con menor concentración crecen más y mejor al existir menos competencia por los recursos.
Después de cinco años del aclareo de las parcelas, los dendrómetros se instalaron para caracterizar el crecimiento secundario del árbol, es decir, la variación diaria del tronco, el crecimiento acumulado y la contracción máxima diaria, pero también el número de días de desarrollo real en un período de tres años. Esta información, unida a la correlación de las variables climáticas, determinaron que las parcelas aclaradas mostraron menor vulnerabilidad a la sequía, mayor capacidad de recuperación tras la misma así como una mejor sensibilidad climática y eficiencia en el uso de los recursos y, por lo tanto, una mayor adaptación al medio además de una mayor resistencia a las alteraciones.
Las investigaciones sobre este tratamiento de aclareo forestal se financiaron a través del Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria, fondos Feder de la Unión Europea y la Agencia de Medio Ambiente y Agua de Andalucía mediante el proyecto ‘Áreas pasto-cortafuegos como herramienta de selvicultura preventiva de incendios en las tierras forestales mediterráneas’.
Referencia bibliográfica:
Mª Noelia Jiménez, Francisco Bruno Navarro, Ángela Sánchez Miranda y Mª Ángeles Ripoll Morales. ‘Using stem diameter variations to detect and quantify growth and relationships with climatic variables on a gradient of thinned Aleppo pines’. Forest Ecology and Management. 2019.