La PAC está en boca de todo el sector. Por un lado, porque ya ha comenzado su tramitación y ya se notan los primeros problemas para cerrarlas por los tradicionales fallos informáticos. Por otro porque ya ha iniciado teóricamente la cuenta atrás para su reforma de 2020 (si en Europa no saben qué hacer con la propia UE, ¿van a tener claro ahora qué hacer con la PAC?). Y para fijar la postura española, el Ministerio ha organizado una gran Conferencia a finales de este mes de marzo. La duda es saber si va a servir realmente para algo.

Este martes 7 hubo un primer encuentro del Mapama con todas las CCAA para ir perfilando las líneas básicas de la postura española ante la reforma y para ir diseñando la citada Conferencia. Fue un encuentro donde se volvio a decir que España defenderá «lo que quieran las CCAA y el sector» y en el que participaron todas las Comunidades Autónomas. Todo muy políticamente correcto. Demasiado.

Y es que, también esta semana, la UPA ha abierto un debate no sobre qué PAC quieren, sino sobre quién debe decirlo: si las CCAA o el propio Congreso de los Diputados. Se trata de un planteamiento muy interesante… abocado al fracaso, ya que en su esencia ataca directamente al concepto de Estado, al plantear a las Comunidades Autónomas que renuncien a sus competencias de decidir sobre este tema y dejarlo en manos del propio Estado, representado e este caso por el Congreso.

Sin embargo, no cabe duda de que es un planteamiento que tiene mucho calado, ya que busca que se piense en qué es lo mejor para el campo español en su generalidad y no en función de los intereses de cada Comunidad Autónoma.

Y aunque insisto en que está abocado al fracaso, en un momento en el que no hay mayorías absolutas, donde todas las formaciones están representadas y todas deben negociar para aprobarlo todo, un gran debate con carácter decisorio en el Congreso sería muy interesante e instructivo. Pero no pasará, porque las CCAA, legítimamente, no van a renunciar a sus derechos y porque también es cierto que se abriría un precedente muy peligroso. Ya que si dentro de unos años se vuelve a plantear otra reforma y hay un partido con mayoría absoluta, ¿debería una sola formación definir qué PAC se debe aplicar en España?

Y como buena prueba de este fracaso anunciado de la propuesta de la UPA, sólo hay que ver que Castilla-La Mancha ha contrado a un experto de la PAC italiano para que les ayude a conformar la posición de esta región en este debate. Muy legítimo pero tambien revelador, ya que demuestra que el Gobierno regional busca lo mejor para Castilla-La Mancha no para España.

Por eso, hay dudas sobre la Conferencia del Ministerio, porque no está muy claro si al final va a servir para sacar adelante una sola voz española ante el debate europeo de la PAC o 17 voces, cada cual pensando en lo suyo, que pueden acabar diluyendo los intereses españoles. Y no olvidemos que la PAC 2020 tendrá muchos cambios, pero sobre todo uno muy importante: habrá menos dinero para las ayudas y más exigencias para cobrarlas.

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