Para COAG, estos insecticidas se utilizan tanto para el tratamiento de semillas como en pulverización y se comercializan bajo múltiples nombres: Cruiser, Gaucho, Escocet, Poncho, Dantop, Actara, Confidor, etc.e insisten en que "hay que recordar que la toxicidad para los polinizadores de estos insecticidas sistémicos que, a través de la savia, invaden toda la planta y llegan incluso al polen y al néctar de las flores, afectando al sistema nervioso de estos insectos, es muy elevada".

   Además, esta organización agraria considera que es fundamental trabajar desde Bruselas y desde España para buscar alternativas al uso de estos productos. “Para evitar que otros sectores agrarios resulten perjudicados, es prioritario buscar alternativas de lucha contra las plagas en la línea de una agricultura más sostenible y menos dependiente de las multinacionales, que solo buscan su propio beneficio”,  ha apuntado el responsable Apícola de COAG Andalucía, Ángel Díaz.

   La polinización realizada por las abejas melíferas y el resto de los polinizadores es un servicio insustituible en los cultivos valorado en más de 22.000 millones de euros en Europa. Por eso, Díaz ha recordado que “todas las medidas de preservación de la cabaña apícola europea que se adopten son fundamentales”, para garantizar que “las abejas melíferas puedan seguir desempeñando su vital contribución”. Los ciudadanos y la sociedad europea no pueden renunciar a su propia seguridad alimentaria, ya que el 84 % de la producción alimentaria depende estrechamente de la polinización desarrollada por las abejas en la agricultura, siendo la “actividad apícola un servicio medioambiental y un bien público estratégico absolutamente complementario con la actividad agrícola  que realizan los profesionales del campo”.

Respaldo de UPA Extremadura

    Por su parte, desde UPA-UCE Extremadura se hace hincapié en que no sólo respalda la decisión europea sino que "hemos apoyado la prohibición por el perjuicio que estos productos suponían para la población apícola. España ostenta el de mayor número de colmenas y es líder en producción de miel en la Unión Europea. El sector apícola está sufriendo de manera dramática desde hace años un aumento de la mortalidad de las abejas, que genera graves pérdidas económicas y una considerable amenaza para la biodiversidad. No en vano, el 84% de los cultivos y el 80% de las plantas silvestres dependen de la polinización animal, a la que contribuyen de manera esencial las abeja"s.

    En Extremadura, según un comunicado de la organización agraria, de 2004 a 2006 se realizaron distintos estudios en los que ya se apuntaba que las explotaciones apícolas cercanas a cultivos de maíz, girasol y algodón tenían una mortalidad superior a las que se encontraban más alejadas de estos cultivos. Para Antonio Prieto, responsable de Ganadería y Olivar de UPA-UCE, es importante tomar medidas para que “ningún sector se vea perjudicado”.

    “La suspensión, que entrará en vigor a partir del 1 de julio de este año, significa la aplicación de un principio de precaución que nos parece necesario”, señala Prieto, quién hace hincapié en que en este periodo se podrá comprobar si realmente estos productos suponen un perjuicio para las abejas.

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