UPAyCOAG .-LA ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO solicita al nuevo consejero de Medio Ambiente, Antonio Silván Rodríguez, que en su próxima comparecencia en Cortes, se comprometa oficialmente ante la Cámara a resolver los enormes problemas que están generando los lobos en la cabaña ganadera de Castilla y León.
Consideramos necesaria y muy oportuna su primera presencia en Cortes como máximo responsable de Medio Ambiente en la región, para que siguiendo las directrices que hizo públicas el presidente de la Junta de Castilla y León en plena campaña electoral, se pronuncie al respecto y presente las medidas oportunas para solucionar de una vez por todas los perjuicios que originan estos animales salvajes a los ganaderos.
LA ALIANZA POR LA UNIDAD DEL CAMPO de UPA y COAG recuerda que la situación actual es insostenible e inasumible durante mucho tiempo más por parte de los afectados. Es el momento de que el nuevo Ejecutivo
regional cumpla su palabra y vele por los intereses del medio rural, y de las zonas de montaña y especialmente desfavorecidas de Castilla y León.
Recordemos que el mayor problema que tienen los ganaderos actualmente para ejercer su profesión, además de los bajos precios y la especulación de los mercados, es la desesperante inactividad del Gobierno autonómico a la hora de defender los intereses de los productores ante los continuos ataques de lobos por toda la región.
Una vez más, COAG y UPA recuerdan a la Junta que los problemas actuales no se arreglan con los seguros. Tampoco la solución a los problemas de los cánidos pasa por declarar especie cinegética al sur del Duero, porque los hechos están demostrando que existen los mismos problemas en el norte, caso de Zamora o Burgos especialmente, donde el lobo ya es una especie cinegética y sin embargo los ataques y daños económicos que provocan en la ganadería extensiva también son elevadísimos.
Respecto a los ataques de lobos que se producen en la región, las organizaciones UPA y COAG contabilizamos el último ejercicio, correspondiente al 2010, un total de 985 ataques, con 3.859 reses muertas y un millón de euros en pérdidas. Dado que estos datos son los que manejamos ambas organizaciones como resultado de las denuncias de nuestros afiliados, podríamos estar hablando de que los daños totales en Castilla y León son tres veces más de los aportamos desde la ALIANZA.
Finalmente, los ganaderos se encuentran alarmados y muy preocupados ante lo que se avecina en los próximos meses. La incidencia de ataques en otoño son tradicionalmente muy superiores a los sufridos en verano, por lo que si la Junta de Castilla y León no pone en marcha medidas contundentes y valientes ya mismo, estamos ante un problema con terribles consecuencias para el sector ganadero extensivo de la región.