Editorial del número 303 de la revista La Tierra de la Agricultura y la Ganadería

En la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos hemos vuelto a demostrar, una vez más, que nuestro modelo de sindicalismo agrario progresista y democrático tiene raíces profundas, enganchadas con fuerza a la tierra en la que trabajamos y capaces de ofrecer un buen rendimiento en forma de debates, propuestas y proyectos.

Valga esta metáfora de nuestro entorno profesional como agricultores y ganaderos para simbolizar el resultado del 11º Congreso Federal de UPA, celebrado cuando nos aproximamos ya al 40 aniversario del primer Congreso, que se celebró en 1987, aunque la organización llevaba ya varios años funcionando como tal, al menos desde 1982, cuando se acordó su creación en el seno de la Unión General de Trabajadores, como organización de profesionales autónomos del campo.

Un largo periodo en el que UPA no ha dejado de crecer y ganar representatividad, como la organización de la agricultura y ganadería familiar, entendido este concepto no tanto como referente nuclear del esquema tradicional de familia sino, sobre todo, como un modelo profesional vinculado a la vertebración social mayoritaria en las zonas rurales, la propiedad de la tierra, la gestión de los recursos -tierra, agua, ganado…- y la garantía de seguridad alimentaria para el conjunto de la población.

La fuerza social, económica y cultural que representamos ha ido, de la mano de UPA, avanzado en progreso, modernización, innovación y competitividad, en paralelo a la plena integración y el creciente peso de España en la Unión Europea, especialmente en la Política Agraria Común.

Y ello, frente a la presión de los grandes modelos de explotación especulativa, sin remilgos sociales, que representaban en la tradición histórica los grandes terratenientes y la vieja aristocracia rural, reconvertidos en la actualidad en el etéreo y difuso concepto de “fondos de inversión”, una nueva forma de explotación de los recursos con ambición depredadora, al viejo estilo de siempre.

La realidad es que ni han podido ni van a poder con nosotros. Somos muchos hombres y -cada vez más- muchas mujeres con los pies en la tierra, tenemos ganas y tenemos fuerza. Así se simbolizó en la “casa del pueblo”, la sede de UGT en la que se celebró el 11º Congreso federal de UPA, con una imagen colectiva de agricultores y ganaderos, agricultoras y ganaderas de todas las comunidades autónomas y todos los sectores productivos, con historias de vida cargadas de ilusión y compromiso para contribuir a la mejora de todo el colectivo profesional del campo.

Un congreso especialmente emotivo, porque ha sido en el congreso del relevo. El compañero Lorenzo se ha jubilado, cerrando una larga y muy productiva etapa de 20 años al frente de UPA, después de liderar UPA-UCE y UPA Badajoz. Toda la organización le ha homenajeado, que no despedido, porque el propio Lorenzo ha dejado claro que está para lo que se le necesite. Y con la misma unidad, UPA ha elegido su relevo, con el compañero Cristóbal Cano al frente de una Comisión Ejecutiva en la que le acompañan ocho hombres y ocho mujeres, con nuevas incorporaciones y áreas de gestión mirando al futuro.

Futuro, esa es la palabra clave y ese ha sido el eslogan del congreso, junto a “Agricultura y ganadería familiar, cada día más”. Ese es nuestro programa de acción para los próximos años, obsesionados con impulsar otro gran relevo, en forma de incorporación masiva de jóvenes a la actividad agraria, como única garantía de futuro.

Para alcanzar ese objetivo es importante contar con apoyos, sin duda, y con un amparo legal que ayude y proteja, como la Ley de Agricultura Familiar que UPA reclama, recordando al Gobierno sus compromisos electorales. Pero también sabemos que solo con ayudas y leyes no es suficiente.

Necesitamos, además de asegurar resultados económicos y rentabilidad, un impulso social y cultural que ponga en valor el trabajo en el campo, convencer a los jóvenes de que merece la pena dedicarse a esto, porque la suma de satisfacciones termina compensando siempre a la de sinsabores. Y en este reto tiene una gran responsabilidad nuestro trabajo sindical. Por eso necesitamos que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos sea cada día más UPA.

La revista se puede descargar aquí.

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