La organización de agricultores y ganaderos UPA ha defendido el modelo familiar de ganadería, el mayoritario en España, frente a modelos basados en macrogranjas que imperan en otros países, un modelo contra el que, recuerdan, “llevan años luchando para evitar su proliferación en nuestro país”.

UPA ha reafirmado su rechazo a las macrogranjas, un modelo contra el que esta organización se ha opuesto “desde siempre”, al considerar que provoca el cierre de pequeñas explotaciones de propiedad familiar, las más sostenibles y que deben protegerse. Sin embargo, UPA explica que las declaraciones del ministro Garzón en un medio extranjero son “muy desafortunadas” pues vierten “la sombra de la duda” sobre el sector ganadero español, que tiene una gran vocación exportadora, como toda la agricultura y la ganadería española, y que tiene en la calidad de sus producciones “su mayor valor”.

“La realidad es que el mayor problema de la ganadería en España es la falta de precios justos y los altos costes de producción, lo que dificulta la supervivencia de las granjas familiares”, manifiestan desde UPA y dan datos: en España, según el Ministerio de Agricultura, cierran unas cinco granjas de pequeña y mediana dimensión por la crisis de rentabilidad que afrontan.

EL NECESARIO APOYO A LA GANADERÍA FAMILIAR

UPA cree que en los últimos días ha habido mucho ruido y pocos avances en el conocimiento de la realidad del sector. “En España hay sitio, y es necesario que existan, distintas tipologías de ganadería: ecológica, extensiva, semi-intensiva y familiar intensiva. Y todas ellas son sostenibles y luchan por ser rentables, ajustándose a los controles que marca la Comisión Europea, que son los más estrictos del mundo”.

La organización pone el foco en la falta de precios justos como el principal problema para la ganadería en España. Una “lacra” contra la que el sector lleva años luchando, con logros históricos como la Ley de la cadena alimentaria en la que tienen puestas sus esperanzas pero que todavía tiene escasos efectos en el campo.

En esa línea, desde UPA han reclamado a Alberto Garzón su apoyo a una Ley de la Agricultura y la Ganadería Familiar, como ya tienen otros países de nuestro entorno y algunas comunidades autónomas en España, que proteja este modelo: “el más vinculado al territorio, en el que los propietarios de las granjas son ganaderos que viven en sus pueblos y no fondos de inversión”. Una de las iniciativas que UPA cree que debería impulsar el ministerio de Consumo en el marco de dicha Ley es un sello de calidad que identifique los productos provenientes de la agricultura y la ganadería familiar, para que los consumidores puedan conocer de forma fehaciente el origen de los productos que adquieren.

INVITACIÓN AL MINISTRO GARZÓN A CONOCER LA REALIDAD DEL SECTOR

Desde UPA han insistido al ministro de Consumo, Alberto Garzón, a conocer la realidad del sector agrícola y ganadero español, “un modelo plural y diverso, que tiene en la calidad y en el prestigio sus principales valores, y que avanza cada día en aspectos como la sostenibilidad medioambiental”. “Esperamos que el ministro recoja nuestro guante y acepte visitar unas cuantas granjas de diversas tipologías. Estamos seguros de que le ayudará en su tarea de Gobierno, que es muy importante y necesaria”.

UPA ha pedido a las fuerzas políticas que “se abstengan de utilizar al sector como arma arrojadiza y planteen medidas políticas de fondo que vayan en la dirección correcta”: como los decretos de ordenación de granjas que prepara el Ministerio de Agricultura con la colaboración del sector productor. “Un Gobierno debe gobernar así, con Leyes y medidas de regulación, y no tanto con campañas en las redes sociales que no generan más que ruido y confusión en la población”, concluyen.