EFE.- Letelier, quien cuenta con el asesoramiento de abogados estadounidenses, realizó esta denuncia al constituir hoy la plataforma "Por un Chile libre de transgénicos y agrotóxicos", integrada por representantes de organizaciones campesinas, sindicatos y expertos en plaguicidas.

"Queremos generar las condiciones para presentar demandas a los productores de plaguicidas que se usan en nuestro país, y que son responsables de las intoxicaciones y malformaciones masivas que hay en Chile", explicó el senador.

Letelier criticó a las compañías trasnacionales -en su mayoría con sede en Estados Unidos- que producen los transgénicos porque lo hacen "a sabiendas" de que muchos de estos productos han sido prohibidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) debido a los daños que producen a la salud humana y en el ecosistema.

"Los productores tienen responsabilidad legal al no advertir que el uso de estos productos, cuando son autorizados, se usen de forma adecuada. Hay una complicidad, porque son proveedores de productos que se sabe que ocasionan tremendos daños", sostuvo Letelier.

Por su parte, el abogado estadounidense Víctor Coreaga aseguró que el principal objetivo de las demandas es "responsabilizar" a las empresas fabricantes de los plaguicidas por los efectos negativos causados y conseguir con ello indemnizaciones individuales para los afectados.

En Chile se han notificado unas 700 intoxicaciones anuales en la última década, según informó la investigadora de la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas de América Latina María Helena Rozas, quien precisó que en 2009 se totalizaron 849 casos de intoxicaciones por plaguicidas.

Sin embargo, Rozas aclaró que en el país existe una "cifra negra" -"una intoxicación crónica que no se notifica en ninguna parte", aclaró-, que implica que por cada caso registrado haya otros cuatro que no se contabilicen oficialmente, por lo que la cifra de intoxicaciones anuales asciende hasta los 4.000.

Problemas de salud crónicos, envenenamientos, malformaciones congénitas, tumores graves, cáncer y alteraciones de los sistemas reproductivo y nervioso son algunas de los efectos producidos por los plaguicidas de tipo "altamente peligrosos" y "moderadamente peligrosos" utilizados en Chile, detalló Rozas.

En tanto, Leyla Astorga, directora del centro de salud primario de Quillota -población ubicada a cien kilómetros al noroeste de Santiago-, criticó la "falta de fiscalización" en el uso de los plaguicidas por parte del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile.

La "alta confianza" de los campesinos en la autoridad agrícola los perjudica, porque acaban por creer que si los plaguicidas están disponibles "es porque no son peligrosos", añadió.

La facultativa sostuvo que las cifras oficiales de intoxicaciones no son las verdaderas debido a que los trabajadores no notifican sus enfermedades porque "se arriesgan a perder su trabajo".

Letelier también se mostró preocupado por la ratificación en la Cámara alta del Convenio Internacional para la Protección de Vegetales, que permitirá a la compañía Monsanto obtener patentes sobre las semillas chilenas.

"Monsanto es una trasnacional que está detrás de muchas iniciativas que quieren apropiarse de la patente de las semillas y, además, meter transgénicos en nuestro país y vender sus productos tóxicos, que es donde está su gran negocio", denunció el senador.

 

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