El trabajo de la Universidad de Salamanca tiene dos vertientes. Por una parte, el equipo de Carlos Palacios, profesor de la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales de Salamanca, investiga los aspectos medioambientales; por otra, el grupo de Isabel Revilla, investigadora de área de Tecnología de los Alimentos de la Escuela Politécnica de Zamora, estudia la calidad de la leche.

    “En nuestro ámbito de trabajo analizamos la cantidad de grasas, proteínas, vitaminas, ácidos grasos y otros componentes de la leche”, explica a DiCYT Isabel Revilla. Tras recoger las muestras a lo largo del tiempo, los investigadores se disponen en la actualidad a iniciar una fase de análisis de los resultados, aunque ya tienen algunos indicios que marcan diferencias entre cada una de las formas de gestión de un rebaño de ovejas.

    Básicamente, la investigación se lleva a cabo en tres tipos de explotaciones: intensiva, con los animales en el establo y comiendo piensos; semiintensiva, que combina la estancia en el establo con la salida al campo y, por lo tanto, una doble alimentación; y extensiva o ecológica, que se basa en la ingesta de pasto en el campo.

    Esta comparación se establece en Castilla y León, pero en algunas comunidades el estudio es más reducido porque no existen los tres tipos de explotación debido a las características socioeconómicas de cada lugar. En concreto, la Escuela Politécnica de Zamora ha realizado un seguimiento en 20 ganaderías de todos los tipos.

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