El instinto maternal de una noble yegua despertó la fiera que llevaba en su interior. Una serie de perros atacaron el pasado domingo a su potrillo, que cuenta con tan sólo dos semanas de vida. «Lo han destrozado. Si no es por la madre, lo descuartizan», asegura una de las propietarias de la finca ‘El Torno’, Elena Pilar Palomino, un negocio familiar del que asegura que una parte «queda inutilizada hasta que no se encuentre a estos animales».
Según recoge diariodejerez.es, una finca agrícola y ganadera en la zona de Las Pachecas en la que se crían caballos de pura raza española. Un espacio perfectamente organizado que está en temporada de nacimientos y la vigilancia sobre el ganado es prácticamente constante. Palomino relata que ya había visto animales heridos desde hace dos semanas, pero pensaban que se debía a accidentes normales, «pero el domingo, cuando fuimos a supervisar a los potrillos, nos encontramos a uno que estaba en un charco de sangre, no tenía ninguna parte del cuerpo libre de heridas, le faltan trozos de piel y el veterinario no ha podido ni coserlo».
Están seguros de que está claro es que no son salvajes, son perros de la zona sin control
«Pensamos -añade- que se podría haber enganchado en algo, pero es imposible porque es una parcela controlada. El veterinario nos confirmó que la causa era el ataque de un perro o varios. Tiene las marcas de los colmillos clavados en el cuello. Lo han desgarrado entero. Su madre está herida también por defenderlo. Si no es por ella, el potro estaría descuartizado».
Pero varios días antes, Palomino asegura que ya observaron cómo dos perros se abalanzaron sobre unas yeguas. «Hemos sido testigos de ello varias personas. Uno era similar a un pastor belga color canela e iba acompañado de uno negro más pequeño. Los echamos, pero no sospechamos que fueran a atacar a las yeguas. Casualmente, un día después, ocurre este suceso. No puedo asegurar que sean los mismos, pero lo que está claro es que no son salvajes, son perros de la zona sin control. Un perro que le hace eso a un potro es una fiera, además, la zona en la que ha sucedido linda con Las Pachecas».
Elena Pilar alerta del peligro que suponen estos perros para la población, sobre todo, para los niños. «Si un perro hace esto con un animal, pues imagínate con una persona», añade Palomino, que subraya que en 40 años de historia de la ganadería, «es la primera vez que vemos perros que atacan a un potrillo, que vayan a matar».
(Fotos: Pascual diariodejerez.es)