La Unión de Pequeños Agricultores (UPA) de Castilla y León ha propuesto que los ganaderos perciban una ayuda por reducir la producción de leche de oveja y cabra hasta en un 10% respecto a los mismos meses del año 2019 y evitar una saturación del producto en los mercados.
En un comunicado, UPA Castilla y León ha señalado que estos sectores atraviesan una situación problemática debido a la crisis sanitaria y cierre de muchos canales de venta como mercadillos, pequeñas tiendas o el cese de la actividad de la restauración.
Para esta organización agraria, se trataría de una medida excepcional que consistiría en reducir la producción de leche de oveja y cabra de forma temporal en unas fechas claves como los próximos meses cuando se puede producir una saturación en el mercado hundiendo los precios.
UPA Castilla y León ha considerado esta opción como la más válida para suavizar la producción de leche en dos sectores que están especialmente «tocados» por la crisis del coronavirus y para que el ganadero pueda cubrir los costes alimenticios y otros costes directos que tiene que seguir asumiendo a pesar de ver reducidos drásticamente sus ingresos.
Según los cálculos de UPA, el precio mínimo para cubrir los costes de producción para la leche de cabra nunca debería ser inferior a 0,0721 euros/extracto quesero, y la propuesta de UPA es que los litros que excedan del 10 % no fueran objeto de subvención.
Esta medida no se aplicaría para la leche de oveja siempre y cuando los contratos firmados para 2020 fueran respetados por las distintas industrias, y de no ser así se aplicarían las mismas condiciones de apoyo que proponen en el sector caprino.
Esta actuación que demandan al Gobierno tiene precedentes en otros países como Francia, donde la interprofesional de productos lácteos ha incentivado con una dotación de millones de euros la opción de que los ganaderos puedan reducir, de forma voluntaria, su producción en comparación con el volumen de los mismos meses del año 2019.