Tras una sentencia judicial Tribunal de Justicia de Navarra conocida esta semana, que podría llegar a anular el decreto de explotaciones ganaderas aprobado en 2019 en lo relativo al sector del vacuno, la organización agraria EHNE Nafarroa ha pedido al gobierno de Navarra que defienda dicho decreto, que impida su revocación y que alegue a las instancias que corresponda para que la anulación no se ejecute esta sentencia judicial, ya que pone en peligro el futuro de las expltaciones lácteas en beneficio de las macro-granjas.

La sociedad cooperativa Valle de Odieta, propietaria de la macro-granja de vacuno de leche en Caparroso, ha sido la que interpuso recurso contra las limitaciones que marcaba el decreto foral, ya que sus planes de futuro pasan por hacer aún más grande la macro-granja en la que ordeñan al menos 3.500 vacas, y que produce más del 20% de toda la leche de Navarra. «Este proyecto empresarial, si un día fue ganadero, percibió en la campaña de PAC del 2019 al menos 470.000 euros de ayudas públicas vinculadas a su explotación ganadera. Además esta empresa lleva años inmersa también en acaparamiento de tierras en diferentes coordenadas de Navarra, y hoy es seguramente la mayor empresa agraria en cuanto a volumen de tierra que gestionan de una u otra forma», según critica EHNE Nafarroa,que denuncia también que las ayudas PAC comentadas no incluyen las ayudas vinculadas a la actividad agraria por la tierra que han acaparado, por lo que la cuantía sería mucho mayor.

EHNE Nafarroa defiende este decreto, aunque en su día solicitaron que los tamaños por explotación que se establecieron fueran mucho menores, porque desde el sindicato agrarios ven que es necesario poner límites a la concentración de los recursos productivos, las tierras, los pastos y el ganado. «La defensa de las explotaciones familiares pasa por la defensa del reparto de los recursos, y si una granja de las 160 que tenemos en Navarra produce el 20% del total, y además quiere ampliar, la leche que van a fabricar en Caparroso dejarán de producirla otras personas, favoreciendo sin cesar la pérdidas de explotaciones familiares y la acumulación de recursos y mercados», señalan.

Por tanto EHNE entiende, en nombre de la sostenibilidad social, pero también de la medioambiental y económica, y del desarrollo rural, «que el sector primario necesita de mecanismos políticos por encima de la lógica del libre mercado, que establezcan topes por explotación poniendo puertas a la libertad económica y a la acumulación de recursos. Para que el día de mañana más ganaderas y agricultores trabajen la tierra y produzcan alimentos para toda población».

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