El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha destacado la apuesta regional por un techo por explotación, apoyado en la generación de trabajo de calidad y que los recursos ahorrados sirvan para poner en marcha un pago redistributivo y ayudar más a quienes se dedican profesionalmente al campo, “a los que están más comprometidos, generan el empleo y la riqueza”.
Así lo ha explicado el consejero ante cerca de 200 invitados al desayuno ‘Espacio Reservado’, organizado por el digital encastillalamancha.es y patrocinado por GlobalCaja, que ha contado con la colaboración de la DO La Mancha y se ha celebrado este miércoles 11 en Alcázar de San Juan (Ciudad Real).
En su intervención, el consejero de Agricultura ha incidido en la necesidad de concienciar que la PAC no es solo una política de ayudas para agricultores y ganaderos, “sino que de ellas y de sus beneficios se aprovecha toda la sociedad en su conjunto”.
Agricultor genuino: “Queremos mantener el número de agricultores, pero primando a los que se comprometen”
“Estamos ante una política esencial y tenemos que reivindicarla”, ha dicho Martínez Arroyo, recordando que a nivel nacional se cuenta con 700.000 perceptores, y en Castilla-La Mancha con 140.000 explotaciones y 100.000 perceptores y “no queremos perder ninguno”. Así, ha lamentado que “en aras de la eficiencia administrativa dejemos por el camino a agricultores y ganaderos que tienen pocos fondos de la PAC y esto sucedió con el ex ministro Arias Cañete y Cospedal en Castilla-La Mancha, que no tomaron la decisión de mantener a todos los agricultores y ganaderos”.
“Queremos mantener el número de agricultores, pero primando con un pago por explotación a los que se comprometen”, ha proseguido el consejero, algo que se hará en la definición del ‘agricultor genuino’, donde se apuesta por el agricultor profesional y por la agricultura familiar, las pequeñas y medianas empresas, el relevo generacional y las mujeres en el medio rural.
Además, ha destacado que en la posición de Castilla-La Mancha ante la reforma de la PAC se encuentra la necesidad de ir hacia un modelo de convergencia de las ayudas para que “quien tenga un olivar aquí cobre lo mismo que quien tenga un olivar en la campiña del Guadalquivir”, con la consecuente desaparición de los derechos históricos.
Francisco Martínez Arroyo ha apostado por un techo por explotación, apoyado en la generación de trabajo para los asalariados en el campo, empleo de calidad. Y de ahí, se podrían ahorrar recursos y estos deben servir para poner en marcha un pago redistributivo y ayudar más a quienes se dedican profesionalmente al campo, “a los que están más comprometidos, generan el empleo y la riqueza”.
En esta línea, con una postura regional existente, y mientras se definen estas cuestiones se está trabajando con el Ministerio de Agricultura, Pesca y alimentación, contribuyendo con la propuesta nacional.