José Luis Marcos / Presidente de ASAJA-Palencia; Blas Donis / secretario general de UPA-Palencia y David Tejerina / Presidente de COAG-Palencia
Según informamos en una rueda de prensa el pasado 31 de enero, las tres organizaciones agrarias con representatividad en la provincia de Palencia, hemos llamado a la movilización del sector agroganadero para este miércoles, 14 de febrero, con tres tractoradas en Osorno, Magaz de Pisuerga y Palencia. Este artículo no quiere incidir en la tabla reivindicativa que, de manera también conjunta, acordamos las tres entidades (su contenido también se difundió, se conoce y, de lo contrario, es de fácil acceso para los palentinos interesados en la materia).
El objetivo de estos párrafos es otro y es doble. Por un lado, apelar a la necesaria unidad de acción de las personas que vivimos de la agricultura y la ganadería, en un momento tan crítico para el campo de nuestra provincia, como sucede en buena parte de la Unión Europea. Por otro, solicitar el respaldo de la sociedad palentina en general, que también se juega mucho con estas movilizaciones, singularmente ese medio rural que, por desgracia, suscita la atención de los políticos de manera discontinua y en una sospechosa coincidencia con las citas electorales.
Como también es conocido, se han celebrado (y seguramente se celebrarán) movilizaciones agrarias convocadas por otras entidades y, de manera espontánea, por agricultores y ganaderos cuyo hartazgo no sólo comprendemos, sino que compartimos. En ese sentido, por parte de ASAJA y de la alianza UPA-COAG nada que objetar. Consideramos que esa movilización, siempre que se desarrolle en paz y libertad, coincide en fundamento y propósito de reivindicación con la que hemos planteado, porque el horizonte es un cambio significativo en las políticas actuales que amenazan la supervivencia de nuestras explotaciones y, lo que es también importantísimo, la soberanía alimentaria de la población europea.
Ese respeto no impide que desde ASAJA, UPA y COAG subrayemos que hemos impulsado las tractoradas de este miércoles sin perder de vista dos coordenadas, dos ejes que coinciden en el punto de la responsabilidad. La primera coordenada se traza al ejercer en todo momento el derecho a la protesta y la reivindicación con arreglo a los requisitos legales, porque estamos convencidos de que es el camino democrático y además el mejor modo de que nuestras acciones encuentren no sólo la comprensión, sino un apoyo mayoritario de la sociedad palentina.
La segunda coordenada de responsabilidad la dibuja nuestro carácter de organizaciones representativas conforme al vigente procedimiento administrativo que rige en Castilla y León para medir esa representatividad de las organizaciones profesionales agrarias. El pilar de estas reglas —tampoco sobra recordarlo— es la consulta directa a los propios agricultores y ganaderos, que deciden con su voto quiénes los representarán a nivel regional y provincial cinco años (la última vez hace justo hoy un año).
En ese sentido, si legítima es una convocatoria movilizadora por cualquier organización sectorial y por particulares con los medios a su alcance, también lo es la que planteamos el miércoles 14 a la sociedad palentina (y decimos bien, a la población palentina en general). Entendemos que los objetivos de nuestra reivindicación deben ser compartidos por amplísimos sectores de la provincia. Su futuro social, económico y laboral en las próximas décadas depende en gran medida de revertir una persecución, que raya en la criminalización, del sector agroganadero.
El movimiento no es de ahora. Ya en 2020 tuvimos que salir a las calles las tres organizaciones con un propósito similar. Pero en los últimos años, las sequías y un contexto internacional inestable, con inflación de costes y precios inciertos, han acentuado el daño causado por ciertas erróneas políticas aplicadas al sector en todos los niveles de competencia —autonómico, nacional y europeo—, con una imparable burocratización y absurdas limitaciones que ponen en peligro nuestra supervivencia económica.
Y no sólo la nuestra, sino la de muchas empresas y empleos que, directa e indirectamente, dependen de la viabilidad y el progreso de la agricultura y la ganadería palentinas. En consecuencia, también penden de un hilo crítico el futuro demográfico y social de la provincia de Palencia, así como el desarrollo equilibrado de este territorio, tanto del urbano como del rural.
Por ello, apelamos a la complicidad de la sociedad palentina con nuestra movilización y a su activa participación; igual que la solicitamos a nuestros profesionales del campo, más allá de siglas y protagonismos que sobran en este momento delicado. Y pedimos, finalmente, desde esas mismas coordenadas de responsabilidad antes citadas, que los palentinos nos disculpen por todas las molestias que cualquier actuación de este tipo conlleva.
Muchas gracias y nos vemos este miércoles por el futuro del campo de Palencia y de nuestra provincia.