La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, María González Corral, ha visitado este lunes 9 la nueva zona regable de Hinojosa del Campo, en Soria, que ha supuesto una inversión de 10,5 millones entre la Junta y los agricultores para la transformación de 500 hectáreas de secano a regadío.

La obra, ya finalizada, ha contemplado la ejecución de diferentes infraestructuras como las conducciones de riego (con una red principal de 13,2 km), 57 hidrantes, una balsa de acumulación de agua (de 75.000 m3 de capacidad) y dos parques fotovoltaicos para el suministro eléctrico, lo que da independencia energética a todo el proyecto.

Se trata de una zona de riego de aguas subterráneas en la cuenca del Alto Rituerto donde la captación se hace a través de seis sondeos equipados con bombas que impulsan el agua hasta la balsa para su distribución a las parcelas, todo ello a través de un sistema automatizado para un manejo moderno del riego. Además, se han construido casi 16 kilómetros de caminos y sendas.

Las obras de regadío han sido financiadas en un 76% por la Junta y el 24% restante por los regantes, mientras que los estudios previos, los caminos y la realización de los seis sondeos, con una profundidad superior a los 500 metros, han sido sufragados al 100% por la Junta de Castilla y León.

Esta transformación de 500 hectáreas de secano a regadío beneficiará directamente a 95 agricultores, “que mejorarán de forma importante la rentabilidad de sus explotaciones”, ha señalado la consejera, que ha destacado también que “los regadíos modernizados estimulan la inversión, multiplicándose por seis en comparación con las zonas de secano”.

Previamente a la propia transformación se realizó la concentración parcelaria que alcanzó 1.382 hectáreas, lo que permitió pasar de 1.282 a 351 fincas. En 2019 se finalizaron las obras de los sondeos, con 1,89 millones de inversión por parte del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACyL), y en marzo de 2021 se constituyó la Comunidad de Regantes de ‘La Asomadilla’, condición indispensable para llevar a cabo la transformación.

“Este proyecto es un buen ejemplo del compromiso que la Junta de Castilla y León tiene con el incremento de las hectáreas de regadío en la Comunidad, porque es una de las herramientas más efectivas para la fijación de población en nuestras zonas rurales”, ha asegurado González Corral. De hecho, ha añadido, “la densidad de población en áreas regables es tres veces mayor que en las zonas de secano y la incorporación de jóvenes a la agricultura es seis veces mayor”.

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