Euskadi cuenta desde este jueves 24 con una innovadora planta experimental agrovoltaica que permite testar la compatibilidad de una explotación agrícola en suelo rural y la producción energética renovable.  La instalación, presentada en la sede del centro tecnológico Neiker en Arkaute (Araba) por la consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca del Gobierno Vasco, Amaia Barredo, y la directora general de NEIKER, Olatz Unamunzaga, cuenta con una extensión de de 8.000 m² que la convierte en la unidad experimental más grande del Estado en cultivos herbáceos que analiza la compatibilidad entre producción agrícola y energía solar.

La instalación agrovoltaica permitirá estudiar en condiciones reales la convivencia entre la producción energética solar y la producción agrícola sin comprometer la vocación productiva del suelo rural.

En total, se han instalado 212 módulos fotovoltaicos, que generarán anualmente 163.914 kWh, equivalentes al consumo eléctrico medio de 50 viviendas.  La energía generada se empleará íntegramente para el autoconsumo del campus de Arkaute, lo que permitirá reducir de forma significativa la demanda eléctrica procedente de la red. De este modo, la instalación no solo contribuirá a avanzar hacia un modelo energético más sostenible, sino que también mejorará la eficiencia y autosuficiencia del propio centro.

Durante su intervención, La Sailburu Amaia Barredo ha subrayado que “estas instalaciones permitirán a Euskadi avanzar en la transición energética sin poner en riesgo la actividad agraria, que debe seguir siendo el eje central del uso del suelo rural. La energía solar debe complementar, no sustituir, la capacidad productiva del campo”.

USO COMPARTIDO PARA ACTIVIDADES AGRÍCOLAS Y LA GENERACIÓN DE ENERGÍA SOLAR

La instalación agrovoltaica consiste en el uso compartido de una misma superficie de tierra para actividades agrícolas y la generación de electricidad mediante energía solar. A través de esta solución innovadora, se pretende responder a desafíos principales del sector como la adaptación de la agricultura al cambio climático, la diversificación de los ingresos rurales o el uso eficiente del territorio.

La mitad de la superficie (4.000 m2) se instalará en la estructura agrovoltaica (producción agrícola y energía solar) y la otra mitad se mantiene como zona de control con uso agrícola exclusivo. Este diseño permitirá analizar y comparar con precisión las diferencias entre el rendimiento de la producción agrícola en ambas zonas.

“La instalación nos posiciona estratégicamente para generar conocimiento técnico riguroso y contrastado que facilite al sector agrícola acceder a soluciones reales y adaptadas a sus condiciones. El objetivo es explorar si se puede compatibilizar la generación de energía con la producción de alimentos; si resulta viable, podría suponer una muy buena solución para nuestro sector”, ha señalado Olatz Unamunzaga.

La nueva infraestructura servirá, además, como plataforma para el desarrollo del proyecto europeo AgriPower, liderado por Neiker, que tiene como finalidad ensayar sistemas agrovoltaicos inteligentes que mantengan la productividad agraria a la vez que optimizan el rendimiento energético. Para ello, se probarán diversos cultivos herbáceos arables, como la lechuga y la patata, bajo las estructuras agrovoltaicas, con el objetivo de evaluar su adaptación y sostenibilidad en combinación con la generación de energía solar.

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