Cuando se gestó el proyecto, dijo Martín, contaba con recibir fondos del Plan Reindus por tratarse del área de influencia de la central nuclear de Santa María de Garoña, aunque ese plan está paralizado por el Gobierno.

     Aseguró que no han contado con ninguna ayuda económica de las administraciones, aunque sí con asesoramiento y apoyo técnico de la Junta de Castilla y León y de la empresa pública Excal.

    Por esta razón, la inversión inicial, que estimó en algo menos de 500.000 euros, será cubierta con aportaciones de los cooperativistas.

    Martín reconoció que las nueces autóctonas, para las que en el futuro pretenden obtener una marca de garantía de calidad, son desiguales y más pequeñas y feas que las que vienen de países como Chile o Canadá, que habitualmente se consumen en España.

    Sin embargo, el fruto es más sabroso, por lo que confían en una buena comercialización en otros países europeos, donde las nueces se venden habitualmente sin cáscara.

    De hecho, la cooperativa pretende sacar este fruto al mercado sin cáscara y envasadas en una atmósfera modificada con nitrógeno para convertirse en los únicos, o unos de los pocos, que podrán mantener nueces en el mercado cuando pasen más de cuatro meses de su recolección, porque se trata de un producto que se estropea con facilidad.

    Aunque el objetivo es llegar a contar en la zona con un millón de nogales y recolectar diez millones de nueces por campaña, Carlos Martín reconoció que tendrán que empezar "despacio", porque los nogales autóctonos que hay en la zona no llegan a diez mil.

    Explicó que llegó a haber muchos más, pero tras la guerra civil había mucha necesidad y algunos los vendieron para madera, lo que se agravó más con los árboles que se tiraron décadas después al realizar la concentración parcelaria.

    Sólo para esta campaña, entre septiembre y octubre, la cooperativa necesitará siete trabajadores, aunque precisarán de bastantes más contrataciones temporales para la recolección y el pelado de las nueces, que tendrá que hacerse a mano.

    Estimó que cuando lleguen a su máxima producción requerirán dieciséis trabajadores fijos y un número indeterminado de temporales.

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