El control de las malas hierbas es el principal obstáculo que limita la viabilidad del arroz ecológico, una dificultad común en muchas zonas arroceras de España y Europa debido a la ausencia de alternativas a los herbicidas químicos.
Esta campaña, en el Delta del Ebro, una experiencia práctica ha demostrado que este reto puede resolverse mediante técnicas respetuosas con el cultivo y el ecosistema.
Elisenda Franquet, agricultora ecológica y emprendedora rural, ha logrado controlar eficazmente la hierba del arroz mediante una innovación mecánica sencilla, basada en la adaptación del uso de un cortasetos en fases clave del desarrollo del cultivo.
La aplicación de esta técnica ha permitido reducir significativamente la presión de malas hierbas, mejorar la uniformidad del cultivo y favorecer su desarrollo sin recurrir a productos químicos, resolviendo así el principal desafío estructural del arroz ecológico.
UNA INNOVACIÓN CON POTENCIAL DE EXPANSIÓN
“Si no se controla la hierba, el arroz ecológico no es viable. Este ha sido siempre el gran freno del cultivo. El objetivo ahora es que esta solución pueda servir a otras zonas arroceras para expandir una producción de arroz más respetuosa”, explica Elisenda Franquet.
Más allá de los resultados obtenidos en una explotación concreta, la experiencia abre la puerta a que el arroz ecológico pueda convertirse en una alternativa productiva real y escalable en otros territorios. Con este objetivo, Franquet ha elaborado un informe técnico descargable, concebido como una herramienta de transferencia de conocimiento para agricultores, técnicos y administraciones.
El proyecto pone también el foco en el papel del emprendimiento femenino en el medio rural, destacando el liderazgo de mujeres agricultoras en la generación de soluciones técnicas a problemas estructurales del sector.
El informe técnico completo puede descargarse aquí: Informe_tecnico_Restored_Rice_Delta_Ebro_2025.
