Los investigadores comprobaron que la leche reemplaza a la perfección el sodio perdido a través del sudor y ayuda al cuerpo a retener mejor los fluidos.

   La leche posee además proteínas de alta calidad, carbohidratos, calcio y electrolitos, lo que la convierte en un mejor aliado tras el ejercicio físico de los más pequeños. 

   Los expertos nos recuerdan que la leche está compuesta en un 88% de agua. Un 3% de proteínas, un 4,5% de azúcares, 1% de sales minerales y vitaminas del grupo B, A, C y ácido pantoténico. Todo ello la hace un alimento indispensable para el desarrollo y el crecimiento.

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