Después de un ejercicio pasado marcado por la escasez de heno y paja en Extremadura debido a la sequía, las lluvias de los últimos meses permitirán a la ganadería contar con niveles óptimos de estos productos, que además ha reducido su precio.
El presidente de Asaja Extremadura, Angel García Blanco, ha manifestado a Efeagro que los precios del heno están en torno a los 120 euros/tonelada.
La paja, que se prevé que alcance cantidades óptimas a tenor de las buenas expectativas para la campaña del cereal de invierno, también ve descender su precio, pues “ha pasado de los 200 euros/tonelada a los 120 euros, y debe bajar aún más y ubicarse en los 90 euros”.
En este último caso, ha precisado que “hay que ver no obstante la incidencia de las fábricas que queman paja para energía”, pues consumen mucho producto y por tanto puede incidir en la ganadería.
EL AÑO PASADO SE LLEGÓ A DAR LA CIRCUNSTANCIA DE QUE “COSTABA CASI MÁS LA PAJA QUE EL CEREAL”
Sea como fuere, el máximo responsable de Unión de Extremadura, Luis Cortés, ha manifestado por su parte que Extremadura no tendrá que recurrir este año “a adquirir paja de Francia o de territorios españoles alejados de la región”, tal y como aconteció en 2023, lo que incidió además en el precio final del producto debido a los costes de transporte.
“Traer la paja de Francia, de Soria o Burgos tiene un coste añadido”, ha manifestado Cortés, quien espera que este año se tenga que recurrir a producto de provincias como Salamanca o Ávila «solo en casos puntuales”, al contarse en Extremadura con las cantidades precisas.
En este escenario, Cortés ha señalado que el año pasado “costaba casi más la paja que el cereal”, frente a un momento actual, en el que se prevé que los precios estén «en niveles habituales”.
A esta circunstancia se une que la ganadería cuente ya con el heno y con los pastos suficientes gracias a las lluvias de los últimos meses.
Cortés ha incidido en que el precio del heno se encuentra hoy más barato que el año pasado, tanto por la cantidad disponible como por el hecho de que “cuando bajan las cotizaciones del cereal descienden también las de este producto”.
Ya respiro tranquilo