Desde hace unos años, el almendro es considerado como uno de los cultivos de mayor éxito en Cataluña y el resto del Estado, y su potencial productivo todavía se encuentra en crecimiento. Pero las plantaciones de almendro que dieron el paso de secano a regadío a principios del siglo XXI se acercan al final de la vida útil de sus árboles. Por eso, se trabaja desde el IRTA para lograr una vida más longeva para los almendros de regadío.

Por este motivo, a través del proyecto demostrativo Novametller, el IRTA ha trabajado para obtener y transferir al sector productivo información sobre las herramientas disponibles para renovar y/o rejuvenecer las plantaciones de almendro de regadío que se acercan a su envejecimiento. En este sentido, se han evaluado prácticas como el arranque de la plantación, el despunte o la poda severa, y el incremento del riego para vigorizar los árboles. Todo ello para hacer más longeva la vida de los árboles y obtener una productividad más larga de los almendros.

Estas pruebas se han llevado a cabo en una parcela demostrativa situada en la Finca Experimental del IRTA en Les Borges Blanques (Lleida), que puede servir de itinerario formativo para ayudar a los agricultores. La información generada por el proyecto también se ha transferido al sector a través de diversas jornadas, visitas de campo, documentos técnicos y vídeos.

“El cultivo del almendro puede ser rentable económicamente, siempre que se realice un manejo correcto y eficiente, y esto ha pasado necesariamente por la transformación del cultivo de secano a regadío y la intensificación de su producción” destaca Xavier Miarnau, investigador del programa Fruticultura en el IRTA. Con el conocimiento conseguido por Novametller, los agricultores podrán hacer más provechosos sus cultivos mientras se aproxima el envejecimiento natural de las parcelas, a la vez que mejoran la sostenibilidad económica y ambiental de su producción.

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