El Instituto de Agricultura Sostenible (IAS) de Córdoba y la Estación Experimental de Aula Dei (EEAD) de Zaragoza están desarrollando, junto a otros 14 socios europeos, el proyecto web «Marvic» que busca desarrollar y probar un marco para el diseño de sistemas de monitorización de secuestro de carbono en la agricultura.
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), al que pertenecen ambos organismos españoles, ha informado de que en el proyecto participan 12 países y en el mismo se abordará la acumulación de carbono en los árboles por encima y por debajo del suelo, así como el efecto interactivo y dinámico del árbol en las reservas de carbono del suelo.
De esta forma, el principal objetivo de MARVIC es desarrollar y probar un marco para el diseño de sistemas armonizados y específicos de contexto de Monitoreo, Informes y Verificación (MRV) para evaluar los cambios en las reservas de carbono del suelo y las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero) en la agricultura.
Estos sistemas MRV deben incluir tres características principales, como la alineación con las regulaciones CRCF de la UE, equilibrio de costos y precisión y contabilización de riesgos de no permanencia.
Para lograr sistemas MRV precisos pero rentables con una carga administrativa mínima, Marvic investiga cómo diferentes componentes básicos de datos (explotaciones), estrategias de muestreo, sitios de referencia, modelos y tecnologías de detección remota y próxima podrían conectarse de manera eficiente en cadenas de procesamiento operativo (OPC).
«No sólo estamos desarrollando un marco para sistemas MRV específicos de cada contexto, sino que estamos dando forma al futuro del cultivo de carbono», señala el investigador del IAS y coordinador del equipo del CSIC en el proyecto, José Gómez, quien remarca que este enfoque de gestión sostenible de la tierra «maximiza los beneficios ecológicos, económicos y sociales, fomentando el secuestro de carbono, la biodiversidad, la mejora de la salud del suelo y diversas fuentes de ingresos para los agricultores».
Gómez ha explicado que los sistemas agroforestales que integran cultivos leñosos en paisajes agrícolas tienen el potencial del secuestro de carbono en la biomasa aérea (árboles y cultivos) y subterránea (raíces y materia orgánica del suelo) pero los esquemas de MRV actualmente «se limitan a tierras cultivables, omitiendo los árboles en los paisajes agrícolas».
Además, la introducción de árboles añade «complejidad», por lo que se necesitarán «enfoques innovadores, utilizables, escalables e integrales para tener en cuenta la interacción de los árboles y el suelo en diferentes escalas espaciales y temporales para allanar el camino para esquemas confiables de MRV para sistemas agroforestales», indica Gómez.
Por ello, tanto el IAS de Córdoba como la EEAD de Zaragoza se encargarán de evaluar el efecto de diferentes estrategias de gestión en sistemas agrícolas y agroforestales que incluyen leñosos sobre el secuestro de carbono.
La absorción de carbono es proporcional a la producción vegetal de una superficie determinada . A lo que cosechamos hay que añadir lo que se queda en el terreno . Evidentemente si lo que cosechamos es trasladado, depende de como se utilice finalmente y en qué lugares se aplican los residuos que queden al final de los procesos. Lo ideal seria que los residuos se aplicaran mayormente en espacios cercanos a mesetas y alejados de zonas con fuerte erosión por torrentes.
La naturaleza tiene sus procesos de retornar parte de el carbono otra vez a la atmósfera dentro de un ciclo que hemos de considerar normal.