El congreso se sustenta sobre tres ejes principales: la aportación del árbol a las ciudades, el respeto y el valor del árbol aprendido desde las escuelas, y la gestión sostenible del árbol. “Se trata de un congreso que va más allá de lo científico, ya que pretendemos introducir el respeto al árbol desde las escuelas, atraer a los profesores y que el árbol sea visto como una parte fundamental de las ciudades”, manifiesta Rafael Laborda.
El congreso se divide en sesiones que incluyen ponencias tan atractivas como ¿Son compatibles los árboles y las ciudades?, Valorar el árbol intangible, Calidad frente a cantidad. El dilema político-histórico del arbolado urbano, o Taller de empatía con el arbolado, entre otros.
Actividades paralelas para niños
Para atraer a los más pequeños y educarles en la sostenibilidad, se han organizado diferentes actividades al aire libre bajo el lema ¡Biodiviértete! Así, los días 23 y 24 de octubre, los niños podrán apuntarse a actividades como aprender qué tipos de árboles hay y cómo diferenciarlos, medir la permeabilidad del suelo, medir el ruido de su ciudad, o realizar composiciones con hojas de árboles, entre otras.
Rafael Laborda explica que “para conseguir nuestro objetivo de introducir la educación medioambiental en los colegios y el respeto al árbol, nos hemos puesto en contacto con los centros educativos de Valencia para buscar proyectos que se hayan llevado a cabo este curso con el árbol como protagonista. Esperamos, con ello, que los educadores entiendan la importancia del árbol en nuestras vidas y nos ayuden a transmitir esta idea”. También han participado de una manera muy activa un grupo de profesores de la Escuela de Magisterio, de manera que podamos acercarnos también al colectivo docente.
Para concienciar a la sociedad y, sobre todo a los educadores, del beneficio de tener árboles en las ciudades, el congreso cuenta también con expertos en psicología ambiental para hablar acerca de la importancia de los árboles en la relajación y el bienestar de los niños.