A pesar de los arbitrajes internacionales y de los arduos intentos de conciliación de las Naciones Unidas, Putin parece dispuesto a plantarse definitivamente en la cuestión del acuerdo del grano del Mar Negro y ha admitido que su Ejecutivo se está planteando seriamente retirarse de forma definitiva del acuerdo del grano ucraniano. Una nueva vuelta de tuerca en un pulso que tiene mucho que ver con el devenir de la guerra, pero que endrá un impacto muy fuerte en los mercados cerealistas internacionales y nacionales.

“Estamos considerando retirarnos del acuerdo del grano”. Con estas palabras ha dibujado el mandatario ruso el nuevo rumbo geopolítico que podría tomar su país. Las razones esgrimidas han sido, en realidad, reiteraciones de las denuncias que se llevan haciendo desde el inicio de las negociaciones. El uso de las aguas para fines militares por parte de Ucrania, los asfixiantes castigos de Europa al campo ruso y, sobre todo, la bajísima proporción del grano que llega realmente a las naciones africanas.

Desde Rusia han denunciado que, según han observado en los últimos tiempos, solo un pequeño porcentaje del grano -alrededor del 3%- que atraviesa la región acaba llegando a África, y que el resto pone rumbo a naciones del primer mundo, sobre todo de Europa. La mayoría de estas acusaciones, sin embargo, han sido negadas categóricamente por el gobierno ucraniano.

No obstante, el inquilino del Kremlin ha ofrecido una solución para evitar que los países más pobres sufran un creciente desabastecimiento a causa de la desaparición del corredor comercial. Según ha asegurado, Rusia está preparada para enviar cantidades equivalentes de grano a los países en vías de desarrollo “a coste cero”.

De esta forma, se apaciguarían las preocupaciones expresadas por Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas , que expresó su intranquilidad ante la perspectiva de que la guerra de Ucrania pudiera provocar una crisis alimentaria en otras zonas del mundo. Lo que está en el aire, no obstante, es si el gigante euroasiático cumplirá realmente sus promesas con el Tercer Mundo.

×