Las últimas novedades incluidas en el Kit Digital, el programa de ayudas del Gobierno, permiten acceder a un amplio catálogo de soluciones digitales que, en opinión de UPA, revolucionará el trabajo en el campo en los próximos años.
Aunque las herramientas digitales que ahora son vistas aún con cierta distancia por parte de los agricultores y ganaderos, serán un aliado imprescindible en el futuro del campo. Así lo asegura la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, que está desarrollando un intenso trabajo para ayudar a sus afiliados y afiliadas a incorporar estas tecnologías en sus explotaciones.
Software de gestión para la explotación, collares de monitorización para el ganado, sistemas de autoguiado para el tractor, sondas de humedad, estaciones meteorológicas, factura electrónica, seguridad en las comunicaciones… la variedad de las soluciones digitales que pueden aplicarse al campo no deja de crecer, así como la curiosidad y el interés de los profesionales del campo por digitalizarse.
UPA asegura que la agricultura y la ganadería son sectores en los que la digitalización puede tener un mayor potencial transformador, y es que hablamos de actividades que manejan grandes superficies de terreno, muchas cabezas de ganado y una gran cantidad de variables relacionadas con la meteorología, el mercado o el territorio. “Las herramientas digitales pueden y deben simplificar el trabajo en el campo, ayudando a los agricultores a tomar mejores decisiones, basadas en una mejor información”, señalan desde UPA.
La organización agraria UPA está trabajando para expandir las tecnologías digitales en el campo, y para ello es imprescindible asesorar, formar y ayudar a los productores de alimentos. La digitalización tendrá un importante papel en la mejora de las condiciones de trabajo y en la calidad de vida de agricultores y ganaderos. Algo “imprescindible” para resolver el gran reto del relevo generacional.
UPA ha recordado que para el segmento III (hasta 3 trabajadores) el bono digital ha subido a 3.000€ y que se ha establecido una categoría nueva, la del «puesto de trabajo seguro», que permite adquirir un ordenador personal que incorpora soluciones de ciberseguridad y encriptado en reposo.