El nuevo ataque de buitres que sufre la provincia salmantina "demuestra lo que lleva denunciando desde hace tiempo LA ALIANZA UPA-COAG sobre el peligro que corren las explotaciones ganaderas, sobre todo ovejas y vacas durante el parto cuando los animales son más vulnerables, debido a la proliferación de estas aves necrófagas en muchas zonas de la provincia", según se señala en una nota.
Un ataque de unos 50 buitres
Por eso, se destaca que "nuestra organización ha exigido a la Junta de Castilla y León que deje de mostrarse contemplativa con los ataques cada vez más frecuentes de buitres y de poblaciones más numerosas de los mismos. Tal y como relata el último ganadero afectado eran más de cincuenta buitres los que acabaron con las dos animales".
LA ALIANZA UPA-COAG ha pedido en "infinidad de ocasiones que no se pongan trabas para que las explotaciones ganaderas, siempre que cumplan unos requisitos (aprovechamiento ganadero extensivo, calificadas sanitariamente, en determinados ámbitos territoriales…), no tengan que recoger los cadáveres de animales, y así permitir que sean alimento de especies necrófagas como los buitres, lo que aliviaría los ataques de estas aves en las ganaderías de zonas especialmente sensibles".
Sio embargo, en opinión de la organización, la Junta de Castilla y León, y más en concreto la Consejería de Medio Ambiente (responsable del cuidado de la fauna salvaje), "no puede pasar por alto episodios cada vez más frecuentes en nuestra provincia, ya que de un tiempo a esta parte se han multiplicado los ataques de buitres con la muerte de varias novillas, becerras y ovejas, ante la impotencia de los ganaderos, que nada pueden hacer para evitarlo".