EFE.- La Consellería de Medio Rural y Mar ha informado de que las llamas continúan activas, y concentradas en el Ayuntamiento de Muíños, gobernado por Plácido Álvarez Dobaño (PP), que se ha desplazado a la zona y que, al igual que los vecinos, piensa que existe una clara intencionalidad por parte de uno o más «desalmados».

Las fuertes rachas de viento han complicado los trabajos de extinción, y los efectivos han visto caer árboles y desplomarse el tejado de un recinto deportivo, aparte de comprobar cómo las condiciones meteorológicas provocaban la reactivación de los focos.

Manuel González, un vecino del núcleo de Alvite, perteneciente a este término municipal, ha contado a EFE que se enteró del fuego por el aviso de otro residente.

«Me levanté, porque era casi de noche, y cuando salí de casa ya vi una cordillera de unos tres kilómetros de lumbre, por ejemplificarlo de algún modo», ha relatado.

Opina que la extensión dañada, que se confirmará tras el parametrizado, es «mucho mayor».

Se ha quejado además de que no se limpian las pistas y tampoco existe la protección adecuada pese a que este enclave natural es Reserva de la Biosfera.

El responsable del Grupo de Emergencia Supramunicipal (GES) de Muíños, Julio Rivera, ha asegurado que la situación vivida ha sido «anómala» porque cuando se originó este incendio, a las 19:05 horas del martes, muchos de los trabajadores estaban fuera, por otro fuego declarado en A Boullosa, en la localidad limítrofe de Baltar.

«Allí estaban amenazadas varias explotaciones ganaderas, y el dispositivo se desplazó», ha apuntado.

La coincidencia horaria dejó prácticamente sin medios a los profesionales que se hallaban en Muíños, que tampoco pudieron utilizar una motobomba a causa de las «deficiencias técnicas».

«A consecuencia del viento, se cayeron árboles, y la cubierta del campo de fútbol, prácticamente nueva», ha subrayado Rivera.

El Gobierno gallego informó a primera hora de la tarde de que continúa activo el incendio, concentrado en Muíños, en la parroquia de Prado de Limia.

La superficie afectada está dentro del Parque Natural Baixa Limia Serra do Xurés, afirma la misma fuente.

En los trabajos de control participan ocho agentes forestales, 14 brigadas, 8 motobombas, 3 palas y 2 aviones.

Hasta el lugar se desplazaron la directora general de Conservación de la Naturaleza, Verónica Tellado, y el subdirector general de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales, Miguel Cela, quien declaró a los informadores que «aunque estamos en temporada baja de riesgo de incendios, el riesgo existe y las imprudencias y las ganas de hacer daño es evidente que también».

Por esta razón, ha pedido la implicación de la ciudadanía, «denunciando cualquier comportamiento» irregular que puedan observar, y ha apuntado que lógicamente «los medios en época de alto riesgo y de bajo riesgo son diferentes, pero dada la problemática concreta, Galicia cuenta con un operativo fijo, que funciona todo el año».

Este mes, ha dicho, hay más de 2.200 personas dedicadas al operativo de extinción y prevención, además de varios medios, entre ellos, 200 motobombas y un helicóptero.

Otro incendio ya extinguido calcinó esta misma semana cerca de veinte hectáreas de monte raso en otro municipio ourensano, Vilariño de Conso.

A pesar de su proximidad al Parque Natural do Invernadeiro, situado en el macizo central ourensano, el regidor de Vilariño, Ventura Sierra, ha dicho a EFE que el fuego no entró en el parque.

También a finales de noviembre se declaró un fuego forestal en Ribeira (A Coruña), que se saldó con 46,95 hectáreas arrasadas, 43,95 arboladas y el resto rasas.

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