Este método, según ha resaltado la Consejería, no excluye otras fórmulas de mantenimiento, ya sean mecánicas o manuales, pero permite que los mantenimientos se realicen con menos frecuencia, lo que disminuye su coste e impacto ambiental.

    En concreto, en la localidad de Majaelrayo se ha realizado un área cortafuegos que rodea el casco urbano, con el fin de protegerlo de un posible incendio, dada la situación de riesgo de la población, situada en zona montañosa y con vegetación densa cercana a las viviendas.

    En Corduente, el área mantenida incluye desde la piscina municipal hasta zonas con gran uso público, como el Barranco de la Hoz o campamentos de verano situados en esta localidad.

    Por su parte, en Jócar (Arbancón) el área intervenida es una zona de pastos incluida en una masa forestal de más de 10.000 hectáreas que es clave en caso de incendio forestal por ser la única zona favorable para la extinción.

La Junta de CLM insistirá en este tipo de medidas ante el éxito obtenido


    Además, en todas las zonas se han mejorado instalaciones existentes para facilitar el trabajo diario de los ganaderos, con abrevaderos, y vallados fijos y portátiles.

    La Consejería ha manifestado su intención de continuar e incrementar este tipo de iniciativas, que son "muy beneficiosas para el medio ambiente, favorecen el pastoreo extensivo, implantan población fija en el medio rural y alientan productos ganaderos de máxima calidad".

    Este proyecto, en el que han participado tres ganaderos locales, nace de la colaboración entre la Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha y la Obra Social La Caixa, que ha aportado 25.000 euros para estudiar la viabilidad del uso del ganado para el mantenimiento de áreas cortafuegos en montes de utilidad pública.

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