La agricultura española está en continua evolución y en lo que va de siglo XXI hay tendencias claras, como la reducción del número de explotaciones y el aumento de su extensión media, en un contexto en el que la superficie agraria útil (SAU) retrocede un 8,58% si se compara el Censo Agrario de 1999 con el de 2020.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) presentaba a primeros de este mes los datos del nuevo Censo Agrario que, con información de 2020, indica que en España había ese año 914.871 explotaciones agropecuarias, frente a las 1,28 millones que había en 1999, lo que representa un recorte del 29,04 % entre ambos años.

Según la orientación técnico económica (OTE) de esas 914.871 explotaciones, España es sobre todo un país de cultivos leñosos, ya que el 55 % de ellas tienen en sus tierras árboles frutales, olivos y vides, entre otros.

La superficie española para usos agrícolas también se ha recortado en 2.245.483 hectáreas (ha), ya que a finales del siglo XX la cifra era de 26,15 millones y en el último censo, de 23,91 millones ha; eso sí, se ha producido un ligero repunte respecto al censo de 2009 (23,75 millones ha).

La comparativa con el Censo de 2009 indica también que en lo que va de siglo XXI la superficie de olivar ha aumentado un 14,4 % en la última década (2,46 millones ha en 2020), la de frutales un 23,8 % (1,28 millones ha) y la de viñedo, tan solo un 0,9 % (860.024 ha).

La SAU al aire libre (23.848.757 ha) tan solo ha crecido un 0,6 %, mientras que la SAU en invernaderos se ha disparado un 42,1%, al pasar de las 45.700 ha de 2009 a las 64.925 ha de 2020.

La comparativa de los tres últimos censos del INE arroja además una significativa disminución de los pastos permanentes -1.835.333 hectáreas menos-, ya que su extensión era en 1999 de 9,36 millones ha, de 8,37 millones en 2009 y de 7,53 millones ha en 2020.

MAYOR SUPERFICIE POR EXPLOTACIÓN, SOBRE TODO EN CASTILLA Y LEÓN

En contraste con estos descensos, el número de hectáreas por explotación agropecuaria gana dimensión en este siglo XXI, ya que la SAU media por cada una de ellas era de 20,73 ha en 1999, de 24,56 ha en 2009 y de 26,37 en 2020.

Con los datos del último censo agrario, resulta curioso observar que no todas las regiones amplían la superficie media por explotación en la última década (respecto a los datos de 2009) y que mientras que en Castilla y León y Aragón la superficie duplica a la de la media nacional, en otras como Andalucía los latifundios no son tendencia.

Castilla y León encabeza el listado de regiones con mayor superficie media por explotación, con 63,02 ha en 2020, un 11,4 % más que en 2009, seguida de Aragón (53,75 ha, +17,5 %); Extremadura (43,73 ha, +6,9 %); Navarra (40,14 ha, +13,3 %); Madrid (37,83 ha, -1,2 %); Castilla-La Mancha (37,83 ha, +11,5 %) y Cantabria (29,96 %, +22,4 %).

Por debajo de la media nacional se sitúan Asturias (21,11 ha, +31,1 %); Cataluña (20,26 ha, +3,9 %); La Rioja (20,18 ha, -12,4%); Andalucía (17,80 ha, -2,2 %); Baleares (16,91 ha, -1,8 %); País Vasco (16,01 ha, +38,4 %); Murcia (15,49 ha, +25,2 %); Galicia (8 ha, -1,8 %), Comunidad Valenciana (5,90 ha, +7,2 %) y Canarias (4,81 ha, +15,7 %).