Tras indicar que para esta secuenciación se ha usado tecnología de muy alta calidad, este científico ha resumido que el genoma del melocotón consta de 230 millones de pares de bases de ADN (es unas 13 veces más pequeño que el del maíz o el humano y 70 veces menor que el del trigo). Dentro, ha continuado, se han encontrado unos 28.000 genes.
"Hemos secuenciado el genoma del melocotón para usarlo en la práctica", ha remachado este investigador. Arús ha detallado que uno de los objetivos es encontrar genes interesantes desde el punto de vista agrícola.
En este sentido, ha confirmado que ya están trabajando con genes que tienen que ver con la calidad del fruto, el color y sabor de la pulpa o la forma, además de con aquellos relacionados con la maduración o floración.
Otros objetivos son evitar el deterioro del melocotón por las heladas y conseguir su adaptación al cambio climático, así como mejorar la resistencia a enfermedades que pudieran sufrir.
"Usar una secuenciación de un genoma facilita el proceso de mejora genética", ha dicho este científico del IRTA.
En esta investigación, de más de dos años, ha participado un consorcio de investigadores de varios países y principalmente está financiada por instituciones estadounidenses e italianas.