En un evento inédito en España, SOS Rural ha logrado reunir a más de 200 tractores el Miércoles Santo por la tarde en el aeródromo de Garray, en Soria, para crear un impresionante mosaico visible desde el cielo. Este acto reivindicativo ha dejado plasmadas las palabras «SOS Rural” y “SOS Soria», enviando un mensaje sobre la importancia y las dificultades que enfrenta el sector agrícola y el conjunto del rural.
SOS Rural busca con este acto innovar en las formas de comunicación para que el mensaje de la crisis que atraviesa el medio rural trascienda fronteras y llegue al mayor número de personas posible, más allá de las protestas y manifestaciones tradicionales que se vienen produciendo en el sector. La iniciativa surge «como una voz de alarma y un grito de solidaridad hacia la labor esencial que desempeña la agricultura en la economía y el tejido social de España».
«Con este evento queremos no sólo captar la atención a nivel nacional, sino también internacional. Es fundamental que el mundo comprenda la trascendencia de proteger y valorar nuestros espacios rurales y la agricultura, que son el sostén de nuestra sociedad en muchos más aspectos de los que se perciben a simple vista,» declaró Javier Poza, secretario general de SOS Rural.
Este mosaico visible desde el cielo contó con el apoyo del Movimiento de Agricultores Independientes, agricultores de Soria y Burgos y tuvo la participación activa de numerosas familias y niños, demostrando el arraigo comunitario y la transmisión de valores relacionados con el trabajo de la tierra de generación en generación. «Este tipo de acciones son cruciales para educar a las futuras generaciones sobre la importancia de la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, además de luchar por nuestros derechos como agricultores,» añadió Miguel Ángel Aguilera, portavoz de la asociación.
La elección del aeródromo de Garray como lugar para este acto simbólico no es casual. Representa la conexión entre la tierra y el cielo, entre lo local y lo global, subrayando el mensaje de SOS Rural de que el futuro de la agricultura y de los espacios rurales es un asunto que concierne y afecta a toda la sociedad, sin importar dónde se encuentre.
Es una medida muy inteligente de protesta.