ASAJA ha constatado que el sector agrario leonés pierde cada año más explotaciones, como se desprende de los datos de cotización a la Seguridad Social en la rama de autónomos, y lo hace a pesar del éxito que está teniendo la incorporación de jóvenes, pero que no son suficientes para cubrir las bajas que se producen, y que son mayoritariamente por jubilación. Los datos son claros: el 80% de los autónomos que ha perdido la provincia en 2024 eran agricultores o ganaderos
A 30 de diciembre de 2023, el número de cotizantes a la Seguridad Social con epígrafe agrario, ganadero o forestal, era de 6.289, cifra que cayó a 6.102 un año después, a 30 de diciembre de 2024, lo que representa un 2,93% menos. En el conjunto de autónomos de la provincia, la reducción fue del 0,66%, al pasar de los 34.911 a finales de diciembre de 2023, a los 34.679 a finales de diciembre de 2024. De esta forma, de los 232 cotizantes menos, el 80% de los autónomos que ha perdido León corresponden al sector agropecuario.
La caída en el número de explotaciones agrarias «se justifica por la baja rentabilidad del sector, pues un joven no puede incorporarse en una explotación de un jubilado, ya que por la necesidad de redimensionarse, necesita dos o más explotaciones para poder incorporarse con éxito. Por lo tanto, el desequilibrio en el relevo generacional no se produce por falta de candidatos, sino por la dificultad de encontrar tierra de cultivo o pastos suficientes para hacerlo en una explotación económicamente viable», lamentan desde la organización agraria.
Respecto a los asalariados del campo, la tendencia es la contraria, pues hay un incremento cada año que se justifica también precisamente en que al ser explotaciones más grandes, se necesita más mano de obra asalariada para gestionarlas. A 30 de diciembre de 2.023, los asalariados con epígrafe agrícola, ganadero o forestal, eran 2.028 (Régimen General + Sistema Especial Agrario), mientras que un año después, el 30 de diciembre de 2024, era de 2.162, creciendo por lo tanto el 6,6%.