Dicho tanque es un pequeño depósito de 1,2 metros de diámetro y 20 centímetros de altura que va acompañado de diversos y costosos aparatos experimentales de medición.

     Con esta investigación, a partir de ahora se puede simular numéricamente el tanque o la balsa de riego, por lo que se evita tener que colocar dicho tanque en la balsa de riego.

     El procedimiento se logra gracias a una analogía térmica entre el enfriamiento del tanque y la pérdida de masa; y la evaporación es llevada a cabo con una herramienta de simulación de dinámica de fluidos (CFD).

     Según Vidal, es la primera vez que se realiza a nivel mundial, y la mayor ventaja que ofrece es el bajo coste que conlleva, así como la posibilidad de conocer el comportamiento del agua de un tanque clase A para facilitar una gestión eficiente.

     Otro de los beneficios de dicha simulación numérica es que con ella se puede estimar cualquier valor climático y conocer así qué ciclo de evaporación va a tener esa balsa.

     "A través de este estudio podemos saber el agua que se pierde y cómo gestionarla para perder menos con un coste bastante escaso", ha añadido el investigador, para quien Extremadura está "amenazada" de trasvase en un futuro.

     Además de utilizarse para conocer la pérdida de evaporación de agua en una balsa de riego, esta herramienta también sirve para climatización de alojamiento ganaderos e invernaderos.

×