Coincidiendo con el Día Mundial de los Humedales, que se celebra este sábado 2 de febrero, el Ministerio para la Transición Ecológica (MITECO) ha presentado los resultados del informe sobre las principales acciones de restauración de humedales en España en los últimos 20 años. El estudio ilustra el potencial que tiene la recuperación de estos espacios para frenar la pérdida de biodiversidad y para cumplir con los compromisos de España como país miembro de la Unión Europea (UE), que ha acordado fijar el objetivo de restaurar al menos el 15% de los ecosistemas degradados. Los 78 espacios analizados en el informe suman 17.892,8 hectáreas recuperadas en los últimos 20 años, lo que supone en torno a un 15% de la estimación de superficie húmeda  del territorio nacional, que se sitúa en torno a las 115.000 hectáreas[1].

El estudio elaborado por los técnicos de MITECO escogió 78[2] proyectos de restauración entre 685 candidatos por su representatividad y nivel de información. Las experiencias desarrolladas en este conjunto de espacios, repartidos por todo el territorio nacional,  releva la capacidad de éxito de actuaciones de sencilla ejecución, con presupuestos que van de los 15.000 euros a los 8 millones en el caso de proyectos de gran envergadura, y el alto reconocimiento por parte de la ciudadanía. Ambas cuestiones han permitido el aumento paulatino de estas acciones por parte de las distintas administraciones: hasta 2001, se ponía en marcha un proyecto al año de media. Desde entonces, el promedio  ha aumentado hasta los tres anuales. En 2010 se batió el récord con el inicio de 12 proyectos.

Otra cuestión que revela el estudio es el papel que ha jugado la Unión Europea en este proceso. El 77% de los proyectos analizados se ubican dentro de la red Natura 2000, la red integrada de espacios protegidos de la Unión. Y de los 91 millones de euros invertidos en las 78 actuaciones, el 74,6% de las aportaciones proceden de Europa a través del programa Life y otros fondos comunitarios, lo que avala la capacidad de los agentes españoles –administraciones, organizaciones y agrupaciones de sociedad civil- a la hora de diseñar proyectos que capten financiación europea.

El informe también identifica los puntos de mejora: es preciso intensificar los esfuerzos para que las restauraciones sean visibles a la ciudadanía, mediante acciones de divulgación y comunicación; es necesario incorporar atributos sociales y económicos en los proyectos de restauración (según varios estudios, la mayoría no tiene en cuenta estos extremos); y existe un potencial no explotado de financiación por parte de la empresa privada: tan solo uno de los 78 proyectos analizados contaban con apoyo privado.

“Queremos hacer de los humedales, de su reconocimiento y de su puesta en valor, una de las grandes apuestas de este Gobierno. Hemos estudiado cómo se han producido los procesos de recuperación de espacios húmedos en España y queda claro que tenemos que seguir trabajando en esta línea. Uno de los elementos fundamentales para hacerlo es el reconocimiento de los aspectos sociales y económicos de la zona que se restaura, en colaboración con lo sociedad que convive de forma más próxima con estos espacios”, ha señalado la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

Los resultados del informe se han presentado en una jornada con motivo del Día Mundial de los Humedales, celebrada en Alcázar de San Juan (Ciudad Real), cuyo término municipal tiene una notoria presencia de zonas húmedas, entre ellas un humedal Ramsar de Importancia Internacional: Complejo Lagunar de Alcázar de San Juan. También cuenta con un humedal restaurado en los últimos años con apoyo del MITECO y del Ayuntamiento de Alcázar de San Juan, con una superficie de más de  120 hectáreas, en la junta de los ríos Záncara y Giguela.

HUMEDALES: BÁSICOS PARA LA VIDA

Aunque  los humedales ocupan  apenas entre el 3% y el 5% de la superficie del planeta, proporcionan el 40% de los servicios ecosistémicos (agua, alimento, prevención de catástrofes, sumidero reservorio de CO2…) del planeta cada año. Sin embargo, un número muy significativo de estos espacios ha desaparecido: se calcula que se han perdido la mitad de los humedales desde inicios desde el siglo XX, y hasta un 60% si se extrapola a los anteriores. En los últimos 44 años, el mundo ha perdido un 1% de la superficie de zonas húmedas cada año.

Otro problema que atraviesan las zonas húmedas es su degradación, una cuestión que preocupa a nivel global. También en España. En estos momentos, solo la mitad de los lagos y humedales incluidos en el Inventario que se usa como referencia se encuentran bien conservados.

Según las investigaciones citadas por este análisis de MITECO, la desaparición y degradación de los humedales se debe, sobre todo, a presiones económicas, falta de coordinación de las intervenciones administrativas y legislativas, así como a una insuficiente información de la opinión pública y de las autoridades en lo que respecta a la función e importancia de los humedales.

HUMEDALES Y CAMBIO CLIMÁTICO

El Día Mundial de los Humedales se celebra cada 2 de febrero en conmemoración de la firma de la Convención relativa a los Humedales de Importancia Internacional, conocida como Convenio de Ramsar por la ciudad iraní donde se rubricó el acuerdo. Cada año, esta organización internacional de la que España forma parte dedica la fecha a un tema concreto y, en 2019, ha elegido el vínculo de los humedales con la lucha contra los perniciosos efectos del cambio climático.

Los ecosistemas húmedos se están viendo especialmente afectados por el cambio global provocado por el ser humano, particularmente los humedales de la región mediterránea. Baste un ejemplo: el 95% de los humedales de esta área con poblaciones importantes de aves acuáticas (más de 50.000 ejemplares) son costeros, por lo que hay un evidente riesgo de que desparezcan sumergidos si aumenta el nivel del mar de acuerdo con las tendencias actuales.

Entre las múltiples e importantes funciones que cumplen, los humedales juegan un papel protagonista en la mitigación y adaptación de cambio climático. Son los sumideros de gases de efecto invernadero más importante del planeta, cuando están bien conservados. Además, contribuyen decididamente a la mitigación de los efectos de las inundaciones, a la atenuación de las sequías y a la protección de la costa. Constituyen, por último, un refugio para la biodiversidad.

España ocupa el tercer puesto en número de humedales Ramsar de importancia internacional, precedida por Reino Unido y México.

(Fotos EFEverde)

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