Uno de los autores del estudio, el profesor universitario Antonio Delgado, del Instituto andaluz de Ciencias de la Tierra, señala en el estudio que las normativas europeas incluidas en la Directiva Marco del Agua "requieren de los Estados miembros la protección, mejora y regeneración de las masas de agua, evitando o limitando la entrada de contaminantes, aplicando las medidas necesarias" para evitar que aumente cualquier contaminante "asociado a la actividad antrópica, con el fin de reducir progresivamente la contaminación de las aguas".

Se trata de una cuenca sobre explotada sin depuración

    Delgado ha explicado a Europa Press que la presión de las actividades humanas –englobada como actividad antrópica– en la cuenca del río Limia "es tan evidente que cualquiera puede ver en la imagen satélite de Google, desde casa, que la cuenca del Limia contrasta con su entorno por ser una mancha menos verde en forma de corazón, que destaca respecto al resto, si se ve desde el aire".

     En ese sentido, ha detallado que la comarca de A Limia es muy productiva "y está unas diez veces más explotada con agricultura y ganadería que cualquier otra de Galicia, y esto es muy bueno". "Pero es imprescindible gestionar bien los residuos de esa actividad y a las autoridades corresponde remediarlo e invertir en mejorar esa gestión, y ser más estrictos en el cumplimiento de la legislación", ha agregado.
La contaminación constatada es "difusa" lo que, según el investigador, complica la determinación de su origen "pues nadie se siente responsable porque igual piensan que lo gestionan bien, pero los análisis evidencian que la contaminación es orgánica, y no hay grandes núcleos urbanos en esa cuenca así que es evidente que su origen está en la explotación ganadera intensiva y afecta a todos a través del agua".
El investigador granadino tiene ya el encargo de continuar el estudio para ver la evolución de la contaminación, respecto a la constatada hasta octubre de 2013. El último lugar de recogida de muestras fue el embalse de As Conchas "el más problemático", según Delgado, porque la presencia de cianobacterias es visible y cercana a zonas de baño.

     El estudio del CSIC sirvió a la Sociedade Galega de Historia Natural (SGHN) para explicar, a través de su página oficial en Internet, que el embalse de As Conchas, construido en 1949, tuvo aguas limpias "pese a soportar vertidos de aguas residuales de una población que era el doble de la actual, y además sin depuración alguna".

    Según el colectivo científico y de defensa del medio natural, la ganadería intensiva comenzó en la llanura de A Limia en 1989 y pasó de 2.200 unidades ganaderas a 70.000, que en producción de residuos "equivale a una población de 1,4 ó 1,6 millones de personas", mientras que la población humana se redujo un 40 por ciento desde 1950 hasta los 19.523 actuales, según datos oficiales obtenidos por la SGHN.

(Foto: ARchivo www.iagua.es)

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