"La agricultura ha sido el gran bote salvavidas de la economía almeriense, aunque eran tantos los que había a bordo del barco antes del hundimiento que le está resultando imposible rescatarlos a todos". Esta es una de las principales conclusiones, junto al enlace, por segundo año consecutivo, de un ejercicio agrícola en positivo, que recoge el informe ‘Análisis de la campaña hortofrutícola de Almería 2012-2013’, que se presentó en el Centro de Cultura de Cajamar.
Elaborado por el Servicio de Estudios Agroalimentarios de Cajamar Caja Rural, el estudio, según recoge Elio Sancho en www.elalmeria.es, viene a constatar los buenos datos de la cosecha pasada. Unas cifras que en muchos casos son históricas. Entre ellas, la producción, que ha experimentado un crecimiento del 2,6%, alcanzando un nuevo récord de algo más de tres millones de toneladas, en concreto, 3.051.027 toneladas.
1.596 millones de valor, un 11,7% más que en 2011-12
En cuanto al valor total en origen, el sector hortofrutícola ha batido un nuevo registro, con 1.596,4 millones de euros, lo que supone un 11,7% más que el ejercicio anterior.
Esta mejora viene de la mano de un ligero incremento de la superficie cultivada, que ha sido del 5,9%, lo que arroja un total de hectáreas invernadas de 28.576 hectáreas (un 0,85% más sin contar la duplicidad de cultivos), que con la diversidad de ciclos alcanza un total de 48.871 hectáreas.
En este sentido, Cajamar destaca en su informe que se observa "cierta tendencia hacia la construcción de grandes explotaciones con elevado aporte tecnológico que muestran una mayor profesionalización de la agricultura provincial".
Todas las producciones han aumentado su número de hectáreas, a excepción de la sandía y el pepino, que se han reducido en un 2,4 y un 1%, respectivamente. Por su parte, han crecido el calabacín, un 25,1%, el pimiento, un 13,5%, la judía verde, un 12,9%, seguidos de pimiento y berenjena, con auges más moderados.
Los principales productos cultivados han contribuido al incremento del 2,6% total, excepto la berenjena (-10,2%), la lechuga (-0,9%) y el melón (-0,4%). El calabacín, con un 5,9% más, el pimiento, con un 5,7%, y el tomate, con un 4%, lideran los aumentos productivos, seguidos del pepino y la sandía, con un 0,9 y un 2,6%, respectivamente.
Los precios también han mejorado por segundo año consecutivo, con un 9,1% más. Son destacables las cotizaciones de la berenjena, con un 44,5% más, el pepino (30%), el calabacín (15,1%) y la lechuga (13,5%); y más moestamente, el pimiento, con un 11,5% más y la sandía, con un auge del 9,1%. El tomate, la judía y el melón ponen la nota negativa, con caídas del 10,1, el 7,5 y el 1%, respectivamente.
Reconoce los avances que se ha hecho pero apuesta por la diferenciación
El Servicio de Estudios Agroalimentarios de la caja rural almeriense, que tradicionalmente elabora este exhaustivo informe, lanza una batería de propuests con la intención de asegurar la supervivencia de la agricultura a largo plazo, así como mantener y mejorar la rentabilidad de todos los eslabones de la industria hortofrutícola, con especial hincapié en el más débil, el origen, el agricultor.
Entre las principales medidas que la agricultura almeriense debe acometer destaca una mayor diferenciación de sus productos, que deben ofrecer un valor añadido, una vuelta de tuerca que sirva para mejorar el precio que los intermediarios y el cliente final esté dispuesto a pagar por ellos.
Asimismo, Cajamar aboga en su informe por una mejora en la profesionalización del sector, una apuesta encaminada, fundamentalmente, a los directivos de las empresas comercializadoras, para optimizar el proceso de toma de decisiones, aunque también a los agricultores, pues, a la postre, son empresarios y, como tal, es importante que desarrollen una mejor planificación de cada campaña hortícola.
En este sentido, Cajamar destaca en su informe que se observa "cierta tendencia hacia la construcción de grandes explotaciones con elevado aporte tecnológico que muestran una mayor profesionalización de la agricultura provincial".