Un estudio de la Asociación Española de Productores de Vacuno (Asoprovac) alerta de que la aplicación del acuerdo UE-Mercosur en sus condiciones actuales supondría la pérdida de 12.900 puestos de trabajo en el sector español de vacuno de carne en los cinco años posteriores a su entrada en vigor, especialmente ligada a la España vaciada.
También concluye que propiciaría la reducción de un 20% de la facturación por la producción de carne de vacuno española -unos 992 millones de euros anuales-, en un sector que en 2024 produjo 713.590 toneladas por valor de 6.641 millones de euros, a los que se suman otros 262 millones de euros por la exportación de animales vivos.
La gerenta de Asoprovac, Matilde Moro, ha mostrado la «gran preocupación del sector por el acuerdo», a la vez que ha indicado que el estudio pone de manifiesto que hay «un sobrecoste del 30% en la producción por tonelada de carne de vacuno en la Unión Europea (UE) respecto de la de los países del Mercosur».
«Las promesas comunitarias de imponer cláusulas espejo van a ser de difícil cumplimiento», sobre todo, por las exigencias de algunas de las normativas higiénico-sanitarias europeas para el sector de carne de vacuno, «que no tienen base científica, por lo que será difícilmente imponible a los países de Mercosur».
Sobre la pérdida de empleo, ha resaltado que afectará a las explotaciones «ligadas a las dehesas, en la denominada España vaciada», y que los datos, si se extrapolan al conjunto de la UE, arrojan la pérdida de unos 107.000 puestos de trabajo.
MEDIDAS PARA PALIAR LOS DAÑOS: FLEXIBILIZAR EL MARCO LEGISLATIVO EN ALIMENTACIÓN ANIMAL Y CAMBIOS EN EL TRANSPORTE DE ANIMALES Y LA DEFORESTACIÓN
A su juicio, el sector de vacuno de carne debe trabajar con la administración española y comunitaria para tratar de «simplificar y flexibilizar» el marco legislativo «que lastra a la producción europea» en materia de alimentación animal, «que en el caso de España es el que más sobrecoste generan sobre la producción de vacuno».
Moro también ha reclamado cambios en el reglamento de deforestación, cuyo «coste de implementación y mantenimiento para la cabaña española es importantísimo» a la hora de exportar y que se de marcha atrás a la redacción de la «propuesta sobre bienestar animal durante el transporte de la Comisión Europea«, que puede aún «agravar más» la competitividad.
El estudio sobre el impacto de Mercosur en el el sector español de vacuno y en la UE ha sido elaborado por el doctor en Economía Agraria Diego Pazos, quien ha apuntado que existen «condiciones naturales, estructurales, laborales, socioeconómicas y regulatorias muy distintas» entre ambos bloques.
Respecto a las condiciones naturales, Pazos ha apuntado que los pastos en los países de Mercosur permanecen verdes y son suficientes para las necesidades de producción, que alcanza los 317 millones de cabezas, mientras que los pastos naturales no son suficientes para alimentar el vacuno español (6,6 millones de cabezas).
El estudio hace una comparativa de las condiciones estructurales de las explotaciones de vacuno, con grandes haciendas que dan lugar a economías de escala en el bloque americano, frente a unas granjas de menor tamaño en la UE y con regulaciones que limitan su capacidad máxima productiva.
Para Pazos, también es preocupante las diferencias sociales y laborales; mientras que en España el coste laboral total de un ganadero tipo es de 1.692 euros/mes, en Argentina, por ejemplo, es de 575 euros/mes y en Brasil es inferior a 300 euros/mes.
Según sus cálculos, el coste laboral por vaca para una explotación de cien cabezas en la UE es de 169,2 euros, mientras que en Mercosur es de 23 euros para una explotación de 300 cabezas.
El autor del estudio, que también es ganadero de vacuno, también ha lamentado la falta de competitividad del sector por las exigentes regulaciones europeas sobre cereales transgénicos, plaguicidas, herbicidas, límites máximos de residuos (LMR) en ingredientes de alimentación, promotores hormonales para el ganado y antibióticos.