Para ello, se ha ideado un dispositivo capaz de generar un campo electromagnético en el fluido de riego, lo cual posibilita la disminución de la tensión superficial del agua, aumentando su capacidad de solubilidad, la estabilización del PH y la potenciación de la actividad metabólica y fisiológica de las plantas, propiciando un mejor y mayor desarrollo de la misma.

   “Este dispositivo genera ondas electromagnéticas, lo cual magnetiza el fluido de riego. Está comprobado empíricamente que esto afecta positivamente el desarrollo de las plantas, además de optimizar al máximo el consumo hídrico, beneficiando el aumento de las cosechas, mejorando los productos y, principalmente, ahorrando en el agua de riego”, menciona Raúl Fernández, ejecutor del proyecto.

   El mecanismo consiste en un generador de ondas electromagnéticas, moduladas en frecuencia en un amplio espectro o ancho de banda.  Estas son producidas por un microprocesador electrónico y forman un campo electromagnético en torno a la tubería de riego principal a través de un cable de señal que actúa como una bobina, la cual envuelve exteriormente el tubo. Esto permite magnetizar, y en consecuencia, ionizar el fluido de riego, explica Fernández.

   “Esto produce una serie de beneficios, tales como, el incremento de la disponibilidad de nutrientes; la estabilización del PH y una mayor actividad metabólica y fisiológica en plantas. Todo ello debería traducirse en mayor eficiencia del uso del agua y mejor calidad de los cultivos”, agrega Loreto Burgos, ejecutiva de innovación de FIA.

   La aplicación del electromagnetismo en la agricultura se ha estudiado en distintos países, destacando entre ellos, Cuba, Colombia y España.

   Sin embargo, en Chile, la iniciativa no se ha usado en cultivos agrícolas, por lo que destaca la innovación de este dispositivo, que pretende aplicarse a gran escala a mediados de 2014.

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