Un viverista de Albacete ha sido condenado por el Juzgado de lo Penal núm. 3 de la citada provincia por haber reproducido sin autorización variedades vegetales de almendro “Marinada” y “Tarraco” para su posterior venta entre los agricultores de la zona, incurriendo en un delito contra la propiedad industrial tipificado en el artículo 274.4 del Código Penal.
La sentencia, contra la que no cabe recurso, condena al viverista a una pena de prisión de 1 año, inhabilitación para el derecho de sufragio pasivo, y pago de una indemnización por los daños y perjuicios causados.
La reproducción y producción no autorizada de variedades vegetales protegidas de frutal constituye un grave problema en las zonas frutícolas en España, según recueda Geslive en una nota de prensa. Este fraude masivo tiene nefastas consecuencias no sólo para los obtentores de nuevas variedades vegetales, a los que se están causando pérdidas de más de 100 millones cada año, sino también para todo el conjunto del sector.
En este sentido, desde Geslive se insiste en que con este tipo de prácticas ilegales se daña la imagen de la producción española en el extranjero y se pone en riesgo la seguridad para el consumidor, pues este material clandestino, fuera del sistema oficial de control y certificación, no solo no ofrece ninguna garantía de que pertenezca verdaderamente a la variedad que se indica, sino que adolece de garantías acerca de su pureza varietal y de sus condiciones fito-sanitarias.
Tras la modificación efectuada en el Código Penal, por la Ley 1/2015 de fecha 30 de marzo, la explotación no autorizada de variedades vegetales protegidas constituye un delito castigado hasta con tres años de prisión.
La última condena fue en julio del pasado año a un almacenista de grano que opera en Toro (Zamora), que fue condenado por el Juzgado de Instrucción núm. 1 de la misma localidad por comercializar material no autorizado de reproducción y multiplicación de variedades protegidas de trigo “Andalou” y “Craklin” y de cebada “Orchesta” y “Volley”.