El sindicato explica en este sentido que esta cosecha, mucho más corta ya inicialmente en Cataluña, se ha visto muy afectada por la mosca de la oliva, que ha aumentado su presencia debido a las altas temperaturas y a un menor control de esta plaga.
Muchas de las olivas picadas por la mosca caen al suelo, lo que causa importantes pérdidas a los productores. El Baix Ebre, el Montsià, la Ribera d’Ebre y el Priorat son las comarcas más afectadas por la mosca.
La sequía que sufren amplias zonas productoras es otro de los factores que hará menguar la cosecha de oliva, así como los fuertes vientos de los últimos días, que favorecen todavía más la caída. Las comarcas de la Cataluña central y las del Camp de Tarragona son las más afectadas por la sequía o el viento o por ambos.
Unas pérdidas de 10,7 millones de euros
El sindicato estima que en toda Cataluña las pérdidas pueden suponer un 20% de la producción total, con una pérdida media del 14,90% en las comarcas de Lleida y del 18,70% en las de Tarragona. Las comarcas de Girona y Barcelona producen, en comparación, poco aceite, pero la sequía y puntualmente la mosca también han afectado bastante, con pérdidas que pueden resultar superiores al 50%.
Estas pérdidas se pueden traducir en una bajada de los ingresos esperados en el total de Cataluña de 10,79 millones de euros, de los cuales 1,66 millones corresponderían en las comarcas de Lleida, 7,23 millones a las de Tarragona, 0,896 millones a las de Barcelona, y 0,640 millones a las de Girona.