La Unión de Agricultores, Ganaderos y Silvicultores de la Comunidad de Madrid, UGAMA, considera «absolutamente errónea e injustificada» la paralización de los controles poblacionales de cabras montesas en el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama.
“Parece que preocupan más las cabras montesas que las cabras y vacas domésticas que se sacrifican día tras día como consecuencia del contagio de enfermedades, debido precisamente a que la población de cabras montesas en nuestra Comunidad está descontrolada” destacan desde la organización.
un riesgo de contagio de tuberculosis bovina por falta de depredadores para controlar su población
La cabra montés se reintrodujo en la Sierra del Guadarrama en los años 90, y al encontrar un hábitat favorable y sin ningún depredador para controlar su población, ésta se ha disparado de forma exponencial. En 2014, según datos de la Comunidad de Madrid, el censo de cabra montés en estas zonas era de unos 2.400 ejemplares, concentradas además en ciertos lugares de la región.
Estas altísimas densidades de población de fauna silvestre generan, según la organización agraria, de forma natural enfermedades como sarna o tuberculosis bovina, que se transmite por contacto o a través de los mismos pastos que comen el ganado doméstico y las especies silvestres, «pudiendo en algunos casos llegar a transmitirse al ser humano».
UGAMA defiende la decisión que se había tomado desde las Administraciones responsables de realizar controles poblacionales sobre las cabras montesas obedecía a razones de interés sanitario, pero también a razones de conservación de flora protegida. En el Parque Nacional del Guadarrama existen diferentes especies de flora protegida, típica de roquedos y canchales que están sufriendo las consecuencias de una elevada densidad de herbívoros, que lógicamente buscan cualquier pequeño brote o hierba que puedan comer.
advierten de que si no se controla «provocarán la desaparición de muchas especies de flora endémicas del Parque Nacional»
«Si estos herbívoros silvestres no son controlados y reducida su densidad de manera inmediata, provocarán la desaparición de muchas especies de flora endémicas del Parque Nacional», advierten.
Por esto, desde UGAMA se reclama que «se retomen los controles poblacionales y éstos se lleven a la práctica cumpliendo todas las normas de bienestar animal y de conservación de espacios naturales, para disminuir en corto espacio de tiempo la densidad de cabras montesas, ya que de lo contrario muchas especies de flora protegida desaparecerán de forma definitiva de nuestro Parque Nacional, además de generar una alarma sanitaria que podría incluso provocar el cierre del espacio protegido».
La organización recuerda que “si no se actúa rápido perderemos una gran parte del patrimonio natural con el que cuenta la Sierra de Guadarrama; además de los daños por contagio de enfermedades como sarna o tuberculosis sobre ganado doméstico”.