Además, en Remolinos se han inundado 60 hectáreas de maíz y 14 de alfalfa; en Alcalá 40 de maíz y 200 de girasol; en Alagón 300 de alfalfa y maíz, y en Cabañas, 250 de maíz y 100 de chopos.
El valor total de estas cosechas asciende a 6,5 millones de euros pero UAGA señala que hasta que el agua no se retire de las parcelas inundadas es muy difícil evaluar los daños, ya que hay que esperar a ver cómo responden las plantaciones.
Pero, además, a las pérdidas en las cosechas hay que añadir los daños en infraestructuras como caminos, acequias, riegos, naves o casetas, y los costes de reparación de la estructura de las parcelas agrícolas.
Según UAGA, la solución para evitar las inundaciones es que se limpie el cauce y regular el caudal y en este sentido la organización se pregunta por qué se puede limpiar el Ebro a su paso por la ciudad de Zaragoza y no se puede en la Ribera Alta y Baja.
Por eso, exigen que se realice cuanto antes la restauración fluvial del cauce del río y que las administraciones se coordinen para dar más agilidad a los trámites.
UAGA también reclama ayudas directas y rebajas fiscales para los agricultores afectados y estima que la reiteración de las riadas debe ser considerado "desastre natural".
Concluye poniendo de manifiesto la indignación de los agricultores de la Ribera, "que van a perder dos cosechas en el mismo año, con todos los gastos que conllevan y lo que es peor, sin obtener un mínimo de renta".