Jose Manuel de las Heras / Coordinador Estatal de Unión de Uniones
A los más veteranos les sonará, seguro, la canción de Los Sirex cuyo estribillo era: “Si yo tuviera una escoba… cuántas cosas barrería”. Hoy, si quisiéramos barrer el proceder de nuestros estamentos públicos, el tamaño de la escoba habría de ser descomunal a razón de la mugre y las pelusas que lo afean.
Causaría sorpresa, de no ser enojosamente habitual, el desparpajo con el que los políticos anuncian millones y millones de euros en ayudas al sector agrario, en esta ocasión con motivo de la sequía que nos tiene en un brete a miles de explotaciones sobre todo de Castilla y León, Castilla-La Mancha y Aragón. Se les ha debido olvidar mandarme las gafas de realidad virtual, porque esos millones yo no los veo. Sólo veo la misma PAC (por cierto, un 15 % menos de la de hace 4 años) que en todo caso me llegaría unas pocas semanas más tarde; la puerta abierta para endeudarme más y darle a ganar más dinero a los bancos; no pagar impuestos por unos ingresos que no tendré y atrasar el pago de la seguridad social para abonarlo después todo de golpe. ¡Vamos… el cuponazo con paga extra!
Nos hemos reunido con el Ministerio y con la Consejería. Varias veces. Y el discurso en las mesas es muy distinto, exactamente contrario, al discurso de delante de los micrófonos… Si te paras a almorzar no tardas en escuchar en la radio del tractor los cientos de millones que nos van a llegar del Ministerio y los otros cientos de la Consejería… pero te sientas con ellos en frente en la mesa a pedir medidas y la respuesta es: No hay dinero… Tráete la escoba, anda” – te entran ganas de decir.
Porque, oiga, se puede decidir no conceder ayudas al sector y decirlo y quedarse tan “oreao”. A los afectados no nos gustaría, pero probablemente sería más noble y menos engañoso que andar repartiendo billetes imaginarios para quedar bien ante la opinión pública y además dejarnos a los agricultores y ganaderos como unos privilegiados eternamente mendicantes, ante mucha gente que, dicho sea de paso, también puede estar pasándolo mal en otros sectores.
Y si les aprietas un poco te salen con lo del Seguro Agrario, que ahí está, y que si destinan recursos a otras medidas se pone en riesgo la financiación de este instrumento que, en eso coincidimos todos, hay que defender a capa y espada, consolidarlo, universalizarlo y mejorarlo. Tanto coincidimos en eso, que creemos que hubiera estado bien que, en estos años, el Ministerio y las Consejerías hubieran mantenido las partidas para apoyarlo en lugar de recortarlas.
Tan contritos te lo explican, que si uno no conociera el percal, hasta pedir le daría vergüenza aun estando como estamos. Pero, primero, nunca hemos reclamado euro sobre euro los miles de millones que la sequía se nos va a llevar por delante, sino que se hubiera estudiado conjuntamente por parte de las Administraciones una línea para atender las situaciones extremas, las de los que viven fundamentalmente de la agricultura, donde el seguro no tira (porque en muchos sitios el seguro no tira y ellos lo saben), donde el daño ha sido más grave, en las producciones con mayores pérdidas… en fin, una inyección allí en donde es necesaria para evitar que tengan que cerrarse explotaciones y perder el empleo directo e indirecto que generan en los pueblos. Pero la cerrazón a negociar, de verdad, ha sido categórica y en vez de inyección, nos han querido aviar con la extremaunción.
Pues no estamos conformes. Porque esto pasa, en el mismo país en donde se han rescatado los bancos de su gestión negligente y tramposa con 60.000 millones de euros que los españolitos no recuperaremos nunca jamás; donde SÍ que hay 1.300 millones de euros para compensar a las empresas del “ser supremo” por el cierre de instalaciones que lo mismo nunca se debieron autorizar; donde se van a enjugar con otros 2.000 millones de euros las pérdidas de las autopistas de peaje;… ¿Está la cosa para coger la escoba o no?
En el paraíso de las operaciones “Lezo” “Púnicas”, las “Gúrteles” y la cantidad casi infinita de tramas y latrocinios que nos amargan la tostada cada mañana, no hay dinero para un sector estratégico de la economía productiva que atraviesa un bache coyuntural crítico.
Las supuestas razones del porqué no se pueden aprobar ayudas de verdad son múltiples: el techo de gasto, las limitaciones presupuestarias, etc., etc. Uno se pregunta dónde estaban los que ponen todas esas limitaciones cuando se han rescatado bancos y se han dado indemnizaciones millonarias a las grandes empresas y a los fondos buitre.
Lo primero que vamos a hacer es seguir tocando a la puerta… y ya anuncio que desde UCCL y Unión de Uniones vamos a ser unos cuantos miles a finales de mes en Castilla y León para que se nos oiga bien. ¿Y lo segundo? Pues lo segundo, en cuanto encontremos la escoba, lo que dice la canción:
“Segundo, lo que haría yo segundo
barrería bien profundo,
todas cuantas cosas sucias
se ven por los bajos mundos.
Si yo tuviera una escoba
cuántas cosas barrería».