El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha amenazado con subir los aranceles a la importación del vino francés, lo que afectará directamente al vino español. El problema es que el comercio exterior de los países de la Unión Europea se dirige como un todo. En otras palabras: si Trump impone aranceles al vino de Francia, también lo hará al de España.
Todo empezó el pasado lunes, según recogen Pablo Pardo y Raquel Villaécija en elmundo.es, cuando Trump declaró a la cadena de televisión CNBC que «los franceses nos cobran mucho por su vino, y nosotros les cobramos muy poco a ellos por el nuestro». A continuación, el presidente estadounidense continuó su relato: «Los productores de vino de California me han venido a ver y me han dicho: ‘Señor, estamos pagando mucho para colocar nuestro producto en Francia y usted les está dejando -o sea, este país les está dejando- a los vinos franceses -que son buenos vinos, pero los nuestros también lo son-, entrar gratis, y eso no es justo’».
Según el Instituto del Vino -el principal lobby de los productores de vino de California-, EEUU cobra unos aranceles de cinco centavos de dólar por cada 750 mililitros de vino, y 14 por la misma cantidad de espumoso, mientras que la UE grava las importaciones con 11 y 29 centavos de dólar.
El hecho de que EEUU consuma más vino del que produce cuestiona, para los productores españoles, la lógica de los aranceles. Como explica José Luis Benítez, de la Federación Española del Vino (FEV), «si el producto que vas a tasar hace una competencia dura al nacional y hace que se consuma menos todavía podría justificarse, siempre desde el punto de vista de la Administración estadounidense, pero si encima no es así, es más ridículo todavía»».
Sin embargo, la preocupación es evidente, ya que los aranceles a la aceituna negra, que sigue sin solventarse ni debatirse en el seno de la OCM (precisamente por el bloqueo de EEUU) desde hace ya casi un año, ha dejado unas pérdidas muy importantes en el sector español y una caída importante de la exportación.