Tate & Lyle, una de las empresas importadoras de azúcar de caña, se sintió perjudicada por las medidas y decidió llevar el caso ante el Tribunal General de la UE y pedir la anulación de las mismas.
La CE, por su parte, solicitó que no se admitiera el recurso de anulación y argumentó que sus normas iban dirigidas a dar respuesta a los altos precios en el mercado, pero no restringían el suministro.
El Tribunal ha respaldado la petición de la CE y ha considerado que los argumentos de T&L para solicitar la anulación de las normas eran inadmisibles.
La compañía británica aún puede recurrir esta decisión y, en paralelo, podría reclamar daños y perjuicios a la CE si prueba su responsabilidad en su supuesta pérdida de negoc