La campaña de control del furtivismo en Castilla y León desarrollada desde abril pasado por la Guarida Civil y la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León ha concluido con la detención de trece personas y la formulación de 328 denuncias.

En el balance de la denominada «operación vareto» difundido este lunes 21 por la Guardia Civil en un comunicado figura además la intervención de veintiséis armas, veintisiete trofeos y un silenciador, además de identificarse a 585 personas durante la operación, realizarse 2.5341 servicios específicos y celebrar 49 reuniones de coordinación.

La campaña ha tenido como objetivo controlar el furtivismo con el fin de luchar contra una actividad que causa «un grave perjuicio económico» para los propietarios de los cotos de caza, entre los que se encuentran numerosos ayuntamientos, juntas vecinales y juntas agropecuarias locales.

Las actuaciones las han llevado a cabo tanto agentes del Seprona de la Guardia Civil como agente medioambientales, celadores y técnicos de Medio Ambiente de la Administración regional.

Con la puesta en marcha en marcha de esta operación, según la Guardia Civil se ha reducido de forma significativa la práctica habitual de abatir más ejemplares de los autorizados y de no colocar los precintos correspondientes.

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