Más de un centenar de premios Nobel pertenecientes a la comunidad científica internacional, (entre biólogos, físicos, químicos y por supuesto médicos) se han manifestado públicamente a favor de los cultivos transgénicos y piden a Greenpeace que cese en su bloqueo a estos cultivos. Desde Asaja Cádiz acogen con satisfacción esta toma de postura de la comunidad científica internacional y se suman a la petición para que las organizaciones ecologistas «econozcan la innocuidad de estos cultivos y los dirigentes europeos abandonen su juego de doble moral de importar transgénicos pero no permitir producirlos».
De igual forma, espera «que el ejemplo cunda en los ayuntamientos de la provincia para que no prosperen las iniciativas de algunos partidos que están intentando declarar libres de transgénicos sus localidades sin ningún fundamento científico».
ASAJA CADIZ RECUERDA QUE CREE QUE los criterios estrictamente científicos DEBEN PRIMAR Y QUE SE CONFIRMA QUE «SON SEGUROS»
Asaja-Cádiz recuerda siempre ha defendido que fueran los criterios estrictamente científicos, y no los políticos o de otro tipo, los que primarán en las decisiones de nuestros dirigentes sobre la producción y comercialización de productos transgénicos. Y ahora, las conclusiones de más 20 años de investigaciones confirman que “los cultivos transgénicos son seguros”, según confirma la experiencia y el centenar de científicos que suscriben la carta abierta.
«De este modo, es de esperar que las iniciativas defendidas por algunos partidos políticos en los mismos plenos de los ayuntamientos den marcha atrás y convengan la bondad de estos cultivos que ha sido refrendada por más de un centenar de científicos», señala la organización.
De igual forma, recuerda cómo las semillas transgénicas o procedentes de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) se obtienen incorporando genes de mejora de la semilla de la que derivan y este proceso básicamente es el mismo que el de la mejora clásica, pero más rápido y preciso. Además estas variedades han venido a solucionar problemas de plagas y enfermedades de cultivos y su empleo ha supuesto una disminución en el uso de insecticidas o en otros casos de agua, por lo que su producción conlleva una reducción de costes y un beneficio ambiental.
critica que la UE se restrictiva con ellos pero luego se permisiva a que lleguen de terceros países
Sin embargo, ASAJA incide en cómo en el territorio de la UE «los recelos a este tipo de cultivos han sido constantes e incluso se da una situación paradójica y a la vez muy injusta para los productores. La legislación comunitaria es tremendamente restrictiva en cuanto a la autorización de producción de variedades transgénicas (que deben ser, primero, autorizadas por Bruselas, y después, permitido su cultivo en cada país miembro), pero estas limitaciones chocan abiertamente con la permisividad de esas mismas autoridades comunitarias a la hora de consentir que lleguen al mercado comunitario producciones transgénicas de cualquier parte de mundo (Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, India o China). Por tanto, en este punto, Asaja-Cádiz pide coherencia y que Europa se ponga al lado de la Ciencia y no se deje llevar por criterios de dudosa base científica».
En suma, la legislación de la UE en esta materia penaliza a los agricultores europeos, que tienen que competir en los mercados internacionales teniendo en sus manos menos herramientas para producir más y a menor coste, pero tampoco protege a nuestros consumidores, ya que permite la entrada de productos de Terceros Países, que no siempre se producen con las mismas garantías que los comunitarios».
Desde Asaja-Cádiz apuestan por la biotecnología como alternativa «y, sin tratar de imponer nada a nadie, defendemos la capacidad de elección de los agricultores europeos para desarrollar el tipo de agricultura que deseen (ecológica, tradicional o transgénica) porque finalmente será el mercado en función de la demanda, el que orientará las producciones. Nadie puede ponerse en contra de la evolución cuando más de un centenar de científicos avalan a los transgénicos».